Redacción deportes, 7 ene (EFE).- Giannis Antetokounmpo, Bobby Portis y Khris Middleton dejaron sin respiración a los Nets de Kevin Durant y James Harden y condujeron a los Bucks a una contundente victoria por 109-121 en Brooklyn en la que el equipo de Milwaukee llegó a estar 24 puntos por arriba.
En los 48 minutos de juego, los de Brooklyn nunca estuvieron por delante en el marcador y lo máximo a lo que pudieron aspirar fue al empate en dos ocasiones en los 2 primeros minutos del partido.
El máximo anotador del partido fue Antetokounmpo, con 31 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias pero Portis brilló con un doble doble de 27 puntos y 12 rebotes. Por su parte, Middleton consiguió 20 puntos de los que 15 los anotó en el tercer periodo.
Sumó 29 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias mientras que Harden hizo 16 puntos, 9 rebotes y 7 asistencias. Desde el banquillo, Cam Thomas anotó 15 puntos, 5 rebotes y 2 asistencias.
A pesar de las numerosas bajas de los Bucks (jugaron sin hombres clave como Jrue Holiday, Pat Connaughton, Grayson Allen o Donte DiVicenzo por lesiones y protocolos de covid), los Nets nunca fueron una amenaza para los actuales campeones de la NBA.
GIANNIS Y PORTIS MARCAN LA DIFERENCIA
Tras las escaramuzas iniciales, los Bucks rápidamente empezaron a tomar el control de la situación, con Antetokounmpo distribuyendo el juego en ataque y asentando la defensa de su equipo. Para ello, el jugador griego contó con la colaboración inestimable de un entonado Portis.
Al poco del ecuador del primer cuarto, los Bucks ya se habían marchado en el marcador 9-17 gracias a 6 puntos de Portis y otros 4 de Antetokounmpo. En frente, los Nets no acababan de asentarse y cuando llegó la primera rotación, las cosas se complicaron aún más para los locales.
Con Antetokoumpo en el banquillo, Durant se quedó en pista para intentar aprovechar el descanso del jugador griego y recortar la diferencia en el marcador. Pero la estrategia no funcionó: los Bucks incluso aumentaron su ventaja a 10 puntos, 13-23, en ese tiempo.
Cuando acabaron los 12 primeros minutos del partido, los Nets seguían por debajo 8 puntos, 21-29.
En el segundo cuarto, Portis no aflojó y la efectividad de Rodney Hood, que había empezado el partido desde el banquillo, permitió que Antetokounmpo casi no tuviese que aparecer por la pista para que los Bucks mantuviesen la delantera en el marcador.
Durant intentó sujetar a los de Milwaukee, pero sólo con la ayuda de Thomas y en menor medida de un Harden apagado, al descanso se llegó con un claro 49-60 para los Bucks.
SIN AYUDA PARA DURANT
La situación era preocupante para los Nets, con un Durant cargado ya con tres personales pero que no podía abandonar la pista para que los de Brooklyn no perdiesen su principal arma ofensiva.
Tras el descanso, cuando Harden pareció sacudirse el sopor de la primera mitad y estaba dispuesto a compartir la carga con Durant, apareció Middleton.
El alero había pasado casi desapercibido en la primera mitad, con sólo 5 puntos en su haber. Pero en el tercer cuarto conectó 4 triples de 5 intentos, lo que le permitió sumar 15 puntos en ese periodo.
Los Nets eran un coladero en defensa y aunque Durant sumó una nueva personal, la cuarta del partido, se vio obligado a jugar la totalidad de los 12 minutos del tercer cuarto.
Cuando se inició el último cuarto, los Bucks habían aumentado su ventaja a 18 puntos, 80-98.
Los últimos 12 minutos fueron un puro trámite. Los dos equipos se permitieron poner en la pista a la totalidad de los jugadores que se habían vestido de uniforme ante lo inevitable de la victoria de los Bucks.
Antetokounmpo se entretenía deleitando a su banquillo con pases que salían de su brazo derecho como un resorte a gran velocidad y atravesaban con precisión dos tercios del ancho de la pista. Durant y Harden tiraron la toalla, el primero con sólo 2 puntos en el último cuarto y Harden sin anotar en ese periodo.
Y aunque los Nets hicieron más puntos que los Bucks en los últimos 12 minutos, 29 por 23, el esfuerzo fue insuficiente y al final el marcador quedó en un 109-121 para los de Milwaukee.