Román y Garrido vencen el temporal en Manizales y se van por la puerta grande

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Imagen de archivo Román Collado. EFE/Zipi
Imagen de archivo Román Collado. EFE/Zipi

Manizales (Colombia), 5 ene (EFE).- Los diestros españoles Román Collado y José Garrido salieron este miércoles por la puerta grande de la Monumental de Manizales al final de la segunda corrida de abono de la 67 feria taurina que se celebra en esta ciudad.
Los toros de la ganadería Santa Bárbara sacaron, en general, buena nota en un festejo pasado por agua.
FICHA DE LA CORRIDA
Seis toros de Santa Bárbara bien presentados y de juego desigual. Fue premiado el tercero de la tarde con la vuelta al ruedo y ovacionado el quinto en el arrastre. Los demás no terminaron de trascender. El sexto sacó genio.
José Arcila, lila y azabache. Dos pinchazos y estocada. Silencio luego de aviso. Estocada y silencio.
Román, corinto y oro. Dos pinchazos y media, palmas. Entera y dos orejas.
José Garrido, palo de rosa y oro. Espadazo y dos orejas. Espada desprendida, palmas.
TARDE PASADA POR AGUA
Llovió durante casi toda la corrida. Pero no de cualquier manera sino con fuerza tal que el espectáculo pintó para suspensión. Pero la Manizales taurina no conoce de esa instancia, por el contrario, aquí suelen decir que con lluvia, el éxito de las tardes de toros está asegurado.
Y sucedió una vez más. En esta ocasión con dos toreros que tiraron del carro hasta irse por la puerta grande.
Uno, en orden de lidia, fue Román, ya viejo conocido en esta ciudad por sacar adelante su eterno compromiso con la afición, a fuerza de decisión y entrega.
Claro está, también de torería, como la que exhibió en sus dos turnos, aunque fue en el segundo de ellos en el que cobró los dos apéndices por estar al tanto de un toro que, por momentos, dejó ver cualidades y, en otros, tuvo tentación a refugiarse.
El matador valenciano entendió esas dos versiones y puso de acuerdo a toda la concurrencia, más de media entrada.
En el restante de los suyos, también fue superior a su enemigo, solo que falló con la espada.
El otro triunfador fue José Garrido, autor de la faena más entonada de la tarde en el primero de sus turnos y ante un toro que siempre fue a más, hasta causar delirio en los tendidos, por encima de la lluvia que a esa hora caía sin pausa sobre una arena de ejemplar drenaje.
Las dos orejas y la vuelta al ruedo al encastado ejemplar premiaron a los dos protagonistas.
Quiso Garrido reeditar su labor en el último, pero este pasó de renuente a complicado, aparte de sacar malas ideas.
El tercer alternante, el colombiano José Arcila, no tuvo suerte con su lote y se marchó en blanco.
Uno de sus subalternos, el banderillero Marcos Prieto, sufrió cornada en el que abrió la tarde. La herida por asta en la pelvis derecha obligó, tras paso por la enfermería, a su traslado a un centro clínico de la ciudad, donde permanece en observación, con pronóstico reservado.

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