Resalta que "hay una oportunidad para que ambas partes detengan sus operaciones de combate"
MADRID, 5 (EUROPA PRESS)
El enviado especial de Estados Unidos para el Cuerno de África, Jeffrey Feltman, realizará este jueves una visita a la capital de Etiopía, Adís Abeba, para "discutir la posibilidad de unas conversaciones de paz", tras más de un año de guerra entre el Ejército y el Frente Popular para la Liberación de Tigra (TPLF) en Tigray y otras regiones del norte del país.
El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, ha recordado que Washington ha pedido "un fin inmediato de las hostilidades", "el fin de los abusos y violaciones de los Derechos Humanos", "un acceso humanitario sin restricciones" y una solución negociada al conflicto, que "amenaza la paz y la seguridad en el Cuerno de África".
"Es de alguna forma un momento oportuno para que el enviado especial interactúe con altos cargos del Gobierno etíope, una vez que las fuerzas tigrayanas se han retirado a Tigray y el Gobierno etíope afirma que no pretende perseguirlas en la región", ha explicado, antes de incidir en que "hay una oportunidad para que ambas partes detengan sus operaciones de combate y vayan a la mesa de negociaciones".
"Ese será un asunto de discusión cuando el enviado especial esté en Etiopía esta semana", ha manifestado Price, quien ha señalado que "no hay una solución militar al conflicto" y ha hecho hincapié en el apoyo de Estados Unidos a la diplomacia "como primera, última y única opción".
Por último, ha reclamado al Gobierno etíope "que inicie un diálogo nacional creíble e inclusivo que incluya medidas transparentes de justicia de transición, incluida la rendición de cuentas por parte de los responsables de atrocidades".
El 1 de enero entró en vigor la decisión de Washington de excluir a Etiopía --junto a Malí y Guinea-- de un importante acuerdo comercial, lo que implica restringir sus relaciones con estos tres países debido a las acusaciones sobre abusos contra los Derechos Humanos que pesan contra ellos.
Las autoridades etíopes anunciaron el 24 de diciembre que no realizarían nuevos avances contra el TPLF en Tigray, tras una ofensiva que en las semanas previas permitió al Gobierno recuperar los territorios que controlaba el grupo en las regiones de Amhara y Afar.
Días antes, el líder del TPLF, Debretsion Gebremichael, había anunciado el repliegue de sus fuerzas hacia Tigray. "Hemos escuchado la llamada unánime a nivel internacional para retirarnos de las regiones vecinas", dijo Debretsion en una misiva fechada el 19 de diciembre y enviada al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres.
Sin embargo, las autoridades indicaron que el grupo había sufrido "humillación y derrota" en los últimos combates y lo acusaron de "intentar engañar" a la población al decir que se replegaba de forma voluntaria hacia la región de Tigray y no por la presión del Ejército y las pérdidas militares en varios frentes.
El conflicto estalló en noviembre de 2020 tras un ataque del TPLF contra la principal base del Ejército, situada en Mekelle, tras lo que el primer ministro, Abiy Ahmed, ordenó una ofensiva contra el grupo tras meses de tensiones a nivel político y administrativo.
El propio Abiy se trasladó a finales de noviembre al frente de guerra para encabezar las operaciones militares y recientemente regresó a la capital tras los últimos avances del Ejército, mientras que el TPLF ha rechazado hasta la fecha un diálogo con Abiy si no se cumplen sus condiciones y ha abogado abiertamente por la dimisión del primer ministro.
El TPLF acusa a Abiy de azuzar las tensiones desde su llegada al poder en abril de 2018, cuando se convirtió en el primer oromo en acceder al cargo. Hasta entonces, el TPLF había sido la fuerza dominante dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias. El grupo se opuso a las reformas de Abiy, que consideró como un intento de socavar su influencia.