MADRID, 26 (CHANCE)
Bertín Osborne se sentó este sábado con Toñi Moreno en un especial de 'Mi casa es la tuya' para hablar de sus cuarenta años en la música y de su vida en general. El presentador de televisión se cambió los papeles con la periodista y se dejó llevar, tanto que vimos a una persona completamente sincera, relajada y a gusto, contando sus errores y aciertos en la vida.
El presentador de televisión aseguraba al comienzo de la entrevista que era consciente de que había sido un padre ausente con Claudia, Alejandra y Eugenia Osborne. Recordemos que el cantante estuvo viviendo 14 años en Miami tras su divorcio con Sandra Domenecq y eso le impidió estar todo lo cerca de sus hijas como le hubiese gustado, pero confesaba que ahora estaba recuperando el tiempo perdido.
Toñi Moreno no solo le entrevistó a él, también a Fabiola Martínez y a sus tres hijas, que coincidieron en una cosa: Sandra Domenecq les inculcó el amor hacía su padre y les ayudó a perdonar esas ausencias de Bertín. Una mujer que amaba al cantante hasta después de haberse divorciado y con el que tenía una bonita amistad, de hecho, entre risas recordaban como Fabiola cenó un 24 de diciembre con toda la familia.
Bertín recibió mensajes de muchos rostros conocidos como Iker Casillas, que le preguntó si era cierto que tenía buena relación con Julio Iglesias, a lo que el cantante aseguró que sí, a pesar de haber tenido sus pequeños roces gozaban de amistad. También Pedro Piqueras, que entre risas contaba la anécdota del día que Osborne tonteó con su madre, así como Isabel Díaz Ayuso, Sonsoles Ónega, Paz Padilla o Jorge Javier Vázquez.
Lo que nos quedó claro del programa de ayer es que Bertín Osborne ha sido y es un hombre emocional que se ha dejado llevar a lo largo de su vida por sus sentimientos. Casado por dos veces, las mejores elecciones en su vida han sido sus dos mujeres, de las que tiene los mejores hijos -que ya vimos este sábado la exquisita relación que hay- y apoyos en su vida.
En cuanto a Fabiola Martínez, la venezolana habló de su separación con emoción y seguramente un poso de tristeza. Aseguró que los últimos meses habían sido bastante malos y que se dio cuenta que se había convertido en alguien que no era para gustar a Bertín, algo que resultó erróneo.
El presentador sin embargo confesó que es una persona muy maniática para convivir con alguien y que llevaba muy mal lo de vivir en Madrid porque a él le apasiona el campo, Andalucía, su gente... y al final ha apostado por eso. Fabiola y Bertín demostraron tenerse un respeto inmenso que traspasó la pantalla y que pudimos ver en sus hijos.