LONDRES, 21 dic (Reuters) -Los países europeos evaluaban el martes nuevas restricciones a los desplazamientos y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió a los médicos militares que apoyen a los hospitales y combatan a la variante ómicron, que se está propagando por todo el mundo días antes de la segunda Navidad en pandemia.
Las infecciones se están multiplicando en Europa, Estados Unidos y Asia, incluso en Japón, donde hubo al menos 180 casos en una base militar.
Biden adoptó un tono alarmante sobre los riesgos para uno de cada cuatro adultos estadounidenses que siguen sin vacunarse y el martes presentará nuevas iniciativas sobre exámenes, dijo un alto funcionario de la administración. Las medidas incluyen la activación de unos mil médicos militares para apoyar a unos hospitales que ya están abrumados.
La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon -parte del Reino Unido pero con responsabilidades de salud delegadas-, presentó planes para fijar nuevas restricciones en los grandes eventos públicos, incluidos los deportivos, durante tres semanas después de Navidad.
"También significará, lamentablemente, que no continuarán las celebraciones de Hogmanay a gran escala, incluidas las planeadas aquí en nuestra ciudad capital (Edimburgo)", dijo, refiriéndose a las fiestas tradicionales del Año Nuevo escocés.
El ministro de Respuesta al COVID-19 de Nueva Zelanda, Chris Hipkins, dijo que su país retrasará el inicio de una reapertura escalonada prevista de su frontera hasta finales de febrero. "Todas las evidencias hasta la fecha apuntan a que ómicron es la variante más transmisible del COVID-19", señaló.
El Instituto Robert Koch alemán de enfermedades infecciosas recomendó el martes la imposición inmediata de "máximas restricciones sociales".
Más tarde en el día se reunirán líderes federales y estatales para decidir sobre las nuevas medidas, que incluirán probablemente restricciones a los contactos incluso para los vacunados y los que se han recuperado de una infección, pero un cierre nacional parecía descartado.
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo el lunes que está estudiando todo tipo de medidas para mantener a ómicron bajo control.
Su ministro de Finanzas, Rishi Sunak, anunció 1.000 millones de libras esterlinas (1.300 millones de dólares) de apoyo extra para los negocios más golpeados por ómicron, que está castigando al sector de la hostelería y a otras empresas.
"ENTIENDO QUE MUCHOS ESTÁN CANSADOS"
Suecia instará a todos sus empleados a trabajar desde su hogar si es posible e impondrá medidas más estrictas de distanciamiento social.
"Debemos adoptar una responsabilidad conjunta y adaptarnos a la nueva realidad", dijo la primera ministra, Magdalena Andersson, en una rueda de prensa. "Entiendo que muchos están cansados de esto -yo también-, pero tenemos una nueva variante del virus, lo que significa que estamos en una nueva situación".
En la vecina Dinamarca, ómicron es ahora la variante predominante, dijo el ministro de Salud, Magnus Heunicke.
Muchos países occidentales están confiando sus esperanzas en una tercera vacuna de refuerzo que mantenga a raya a la nueva variante, en medio de reportes de que dos dosis podrían no ser suficientes.
El organismo regulador de los medicamentos en la Unión Europea dijo que los primeros datos muestran que un refuerzo ayuda a restablecer cierta protección contra ómicron, aunque aún no hay pruebas de que sean necesarios ajustes en las vacunas existentes.
Ómicron ha golpeado con fuerza a los mercados financieros en los últimos días, haciendo temer a los inversores por la recuperación económica mundial mientras la pandemia corta los viajes y bloquea las cadenas de suministro.
Sin embargo, las acciones mundiales mejoraban el martes y el dólar se debilitaba a medida que el apetito por los activos de mayor riesgo volvía con cautela. El índice paneuropeo STOXX 600 ganaba un 1,3% y los principales índices de Wall Street se recuperaban también del fuerte desplome de la víspera.
En Australia, donde los casos de ómicron han aumentado pero las hospitalizaciones siguen siendo relativamente bajas, el primer ministro Scott Morrison instó a los líderes de los estados y territorios a evitar nuevos confinamientos.
"No vamos a volver a los confinamientos. Vamos a convivir con este virus con sentido común y responsabilidad", afirmó.
En Estados Unidos, el gobierno dijo que esta semana abrirá centros federales de exámenes de COVID-19 en Nueva York y comprará 500 millones de pruebas rápidas para realizar en casa que se podrán pedir por Internet de forma gratuita.
Ómicron representa ahora el 73% de todos los nuevos casos en Estados Unidos, frente a menos del 1% a principios de mes.
(Reporte de las oficinas de Reuters; escrito por Jane Wardell y Nick Macfie; editado en español por Tomás Cobos y Carlos Serrano)