DETROIT (AP) — Aunque los restaurantes en Estados Unidos y Canadá están abiertos sin restricciones y a menudo llenos, están entrando en su segundo invierno de la pandemia de coronavirus ansiosos sobre lo que les espera: escasez de mano de obra, el alza de los precios de la comida y la variante ómicron.
“Estoy extremamente preocupada. Nunca he sentido que estamos a salvo”, dijo Caroline Glover, chef y dueña del restaurante Annette en Aurora, un suburbio de Denver.
La rápida diseminación de ómicron está vapuleando ya a la industria en Gran Bretaña y otras partes, con restaurantes, hoteles y bares reportando cancelaciones en la temporada más atareada y lucrativa del año. Los negocios llamaron al gobierno británico a ofrecer ayuda luego que las autoridades les advirtieron a las personas que lo pensasen dos veces antes de socializar. Escocia y Gales han prometido millones de libras para negocios, lo que ha añadido presión para que el primer ministro Boris Johnson haga lo mismo en Inglaterra.
“Es muy devastador. Los grupos grandes, mesas con más entre ocho y 16 personas, esos han desaparecido prácticamente. Eso es crucial para los restaurantes en Navidades”, dijo Jeff Galvin, codueño de Galvin Restaurants, un grupo de cinco restaurantes elegantes en Londres.
Muchos negocios dicen que centenares de reservaciones de almuerzos corporativos se desvanecieron de la noche a la mañana al aumentar las infecciones y cuando Johnson anunció restricciones más severas, incluyendo el uso obligatorio de mascarillas en interiores, aunque los restaurantes siguen abiertos de forma usual.
Glover, en Colorado, teme nuevas restricciones si las infecciones siguen subiendo. Por ahora, el negocio ha regresado, con su sala trabajando a plena capacidad — comparado con 50% de capacidad el año pasado — y cuatro áreas afuera fueron reservadas muy por adelantado.
Similarmente, los comensales han regresado y la actividad es sólida para Amy Brandwein, jefa y dueña del restaurante italiano Centrolina y de un café pequeño, Piccolina, en Washington. Luego que sus restaurantes sobrevivieron los encierros con pedidos para llevar y venta de provisiones, “puedo decir que estamos de nuevo en los niveles del 2019”, dijo.
Pero conseguir personal sigue siendo difícil. En un sondeo reciente de 3.000 operadores de restaurantes en Estados Unidos, 77% de los encuestados dijeron que no tenían trabajadores suficientes para satisfacer la demanda, dijo la Asociación Nacional de Restaurantes.