Río de Janeiro, 16 dic (EFE).- Once multinacionales disputarán este viernes una subasta en la que Brasil ofrecerá derechos para explotar parte de dos gigantescos yacimientos petroleros descubiertos por la estatal Petrobras y que cuentan con reservas calculadas por el Gobierno en 12.000 millones de barriles de crudo.
Se trata de la Segunda Ronda de Licitaciones de los Volúmenes Excedentes de la Cesión Onerosa, en que la Agencia Nacional de Petróleo (ANP, regulador) ofrecerá al mejor postor los derechos para explotar parte de las reservas descubiertas en los campos de Sepia y Atapú, ubicados en aguas muy profundas del océano Atlántico.
Once multinacionales se inscribieron en la licitación, incluyendo las grandes multinacionales del sector, como Shell, Chevron, ExxonMobil y Total Energies.
También están inscritas empresas que ya tienen importantes activos en Brasil como la colombiana Ecopetrol, la noruega Equinor, la qatarí QP, la malaya Petronas, la portuguesa Petrogal y la brasileña Enauta.
Petrobras también está inscrita en la subasta pese a que la empresa ejerció su derecho de preferencia en ambos campos por haber sido el descubridor de los mismos, lo que le da derecho a actuar como operador y a contar con una participación mínima del 30 % en cada área.
Según los cálculos de la ANP, los vencedores de la subasta tendrán que realizar inversiones por 204.000 millones de reales (unos 36.428,6 millones de dólares) para desarrollar la producción en ambas áreas.
Sepia y Atapú, ubicadas en la cuenca marina de Santos, frente al litoral de los estados de Sao Paulo y Río de Janeiro, cuentan con reservas ya probadas en el presal, el horizonte de explotación que Brasil descubrió en aguas muy profundas del Atlántico por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor.
El contrato por el que Petrobras obtuvo los derechos sobre todas las áreas de la llamada Cesión Onerosa, que también incluye las gigantescas reservas de Búzios e Itapú, prevé que la estatal podrá extraer de las mismas hasta 5.000 millones de barriles y que tendrá que compartir con otras empresas lo que exceda de ese volumen.
Pero tan sólo en Sepia y Atapú el Gobierno calcula que hay 12.000 millones de barriles de crudo, que equivalen a las actuales reservas probadas de Brasil, según cifras divulgadas la semana pasada por el ministro brasileño de Minas y Energía, Bento Albuquerque.
Según el ministro, ese volumen equivale a las actuales reservas probadas de Brasil (12.714 millones de barriles) y a la octava parte de las reservas probables del país (100.000 millones de barriles), por lo que su explotación lo elevará del séptimo al quinto lugar en la lista de los mayores productores mundiales de crudo.
Las dos reservas fueron ofrecidas en una primera subasta en 2019 pero ninguna empresa se interesó, lo que obligó al Gobierno a modificar las reglas para elevar el atractivo de los activos y a reducir las dudas que existían sobre la compensación que las vencedoras tendrán que pagarle a Petrobras por lo ya invertido.
El Gobierno también redujo el valor que los vencedores tendrán que pagar por las licencias, así como los volúmenes de petróleo que tendrán que entregarle al Estado, con el que firmarán un acuerdo de asociación.
Según las nuevas reglas, el vencedor de la subasta por los derechos para explotar los volúmenes excedentes de Sepia tendrá que pagar 7.130 millones de reales (unos 1.280 millones de dólares) por la licencia y darle al Estado al menos el 15,02 % de su producción.
La empresa que se adjudique los derechos sobre Atapú tendrá que pagar por la licencia 4.000 millones de reales (unos 718 millones de dólares) y entregarle al Estado al menos el 5,89 % de su producción.
El precio de las licencias fue reducido en cerca de un 70 % con respecto a la subasta de 2019 y la participación del Estado en la producción en casi en una tercera parte.
La vencedora de la subasta será la empresa que más eleve la participación que le dará al Estado en la producción de cada reserva a partir del mínimo de 15,02 % en Sepia y de 5,89 % en Atapú.