Por Dominique Patton y Siddharth Cavale
PEKÍN, 12 dic (Reuters) - Los fabricantes de whisky irlandés, chocolate belga y marcas de café europeas están teniendo problemas para cumplir con las nuevas regulaciones chinas para alimentos y bebidas, y muchos temen que sus productos no puedan ingresar al gigantesco mercado según se acerca la fecha límite del 1 de enero.
La autoridad aduanera de China publicó nuevas reglas de seguridad alimentaria en abril que estipulan que todas las instalaciones de fabricación, procesamiento y almacenamiento de alimentos en el extranjero deben estar registradas antes de fin de año para que sus productos accedan al mercado doméstico.
No obstante, los procedimientos detallados que explican cómo obtener los códigos de registro requeridos recién se emitieron en octubre, mientras que un sitio web para las empresas autorizadas a autorregistrarse se puso en línea el mes pasado.
"Nos dirigimos a importantes disrupciones después del 1 de enero", dijo un diplomático europeo con sede en Pekín que está ayudando a los productores de alimentos con las nuevas medidas.
Las importaciones de alimentos de China han aumentado en los últimos años, en medio de la creciente demanda de su enorme clase media. En 2019 tenían un valor de 89.000 millones de dólares, según un informe del Departamento de Agricultura de Estados Unidos, lo que convierte al país en el sexto mayor importador de alimentos del mundo.
China lleva años intentando poner en marcha nuevas reglas para importaciones de alimentos, generando la oposición de los exportadores.
La Administración General de Aduanas de China (GACC, por sus siglas en inglés), que supervisa la última versión de las reglas, ha dado pocas explicaciones de por qué todos los alimentos -incluso los considerados de bajo riesgo como el vino, la harina y el aceite de oliva- están cubiertos por los requisitos.
Los expertos dicen que es un esfuerzo para supervisar mejor los grandes volúmenes de alimentos que llegan a los puertos chinos y asignar la responsabilidad de la seguridad alimentaria a los fabricantes en lugar del gobierno.
La Unión Europea ha enviado cuatro cartas a la Aduana este año solicitando más claridad y tiempo para la implementación, dijo Damien Plan, consejero de Agricultura de la Delegación de la UE en Pekín.
La semana pasada, la GACC acordó que la implementación solo debería aplicarse a los bienes producidos a partir del 1 de enero, otorgando efectivamente un retraso para los productos ya enviados, dijo el diplomático europeo, aunque aún no ha publicado una notificación oficial.
Aún así, varios diplomáticos y exportadores dijeron que consideran las reglas como una barrera comercial para los productos extranjeros.
"Nunca habíamos tenido algo tan draconiano en China", dijo Andy Anderson, director ejecutivo de la Asociación de Comercio Agrícola de Estados Unidos Occidental (WUSATA), un grupo que promueve las exportaciones de alimentos de Estados Unidos. Describió las reglas como una "barrera comercial sin aranceles".
(Reporte de Dominique Patton en Pekín y Siddharth Cavale en Bengaluru; reporte adicional de Julie Ingwersen en Chicago y Francesca Landini en Milán; editado en español por Carlos Serrano)