Amnistía alerta de posibles "crímenes de guerra" en Sudán del Sur

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Los civiles han padecido "violencias inimaginables" desde comienzos de año en Sudán del Sur en enfrentamientos entre los grupos armados progobierno y las fuerzas de oposición que podrían constituir "crímenes de guerra", alertó el jueves Amnistía Internacional.

Las informaciones recogidas por la ONG hablan de civiles matados y mutilados así como poblados enteros arrasados entre junio y octubre durante combates en la región de Ecuatoria Occidental (suroeste).

Hubo enfrentamientos interétnicos sobre todo alrededor de la localidad de Tambura, atizados por dirigentes locales que alentaron a los jóvenes a tomar las armas, afirma Amnistía en un informe.

Pero "las muertes, la destrucción y la división" que siguieron implican a combatientes afiliados a facciones políticas rivales en Juba, la capital, haciendo pensar que pueden haber sido orquestadas al más alto nivel, indica el informe.

"Los testigos que hemos recogido constatan violencias inimaginables, incluidos civiles matados cuando huían y cuerpos incendiados y mutilados", declara Deprose Muchena, director regional de Amnistía, citado en el informe.

"El hecho de que los ataques impliquen no solamente a grupos locales, pero también combatientes afiliados a las fuerzas gubernamentales y de oposición, indica que se trata de algo más que violencia intercomunitaria", añade.

Sudán del Sur es el país más joven del mundo. Accedió a la independencia en 2011 tras un conflicto sangriento contra Jartum, pero dos años después se hundió en una guerra civil que provocó casi 400.000 muertos y millones de desplazados.

Los contendientes firmaron un alto el fuego y a principios de 2020 formaron un nuevo gobierno de coalición entre los dos principales rivales políticos, el presidente Salva Kiir y su vicepresidente, el antiguo líder rebelde Riek Machar, que prometieron unir fuerzas para reconstruir el país.

Pero el proceso está paralizado, las principales disposiciones del acuerdo de paz no se respetaron y los fieles de ambos líderes no entregaron sus armas.

Según Amnistía, el recrudecimiento de la violencia en Ecuatoria Occidental se explica por la designación de un gobernador por parte de Riek Machar al que se opone parte de la población.

La violencia enfrenta a dos grupos étnicos y ha provocado decenas de muertos civiles. Las escuelas fueron tomadas como casernas y los hospitales saqueados, añadió la ONG.

Testigos declararon a Amnistía que los combatientes "mataban sumariamente civiles disparándoles o cortándoles la garganta", a veces frente a sus hijos y familia.

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