El incremento de la piratería marítima en el Golfo de Guinea, en la costa occidental de África, acarrea costos significativos para las naciones costeras, además de representar una amenaza para las firmas extranjeras de buques y cargas, apuntó un informe de la ONU divulgado el martes.
Esa zona fue escenario de 106 incidentes en 2020, con 623 marineros afectados a causa de secuestros, según el informe "Piratas en el Golfo de Guinea: Un análisis de costos para países costeros".
El documento, elaborado en conjunto con el grupo de investigación Stable Seas (Mares Estables), señala que la mayor parte de los costos directos de los secuestros y embargos de buques serían asumidos por extranjeros, con unos 5 millones de dólares pagados el año pasado por el plagio principalmente de tripulantes no africanos de las embarcaciones.
No obstante, señala que países con costas en el Golfo de Guinea pagarían mucho más que eso para lidiar con el aumento de la piratería, debido al aumento de los patrullajes, las misiones de rescate y los mayores costos en seguridad en los puertos.
El informe estima que estos costes podrían superar los 1.900 millones de dólares anualmente, desviando recursos importantes de otras necesidades cruciales.
"Tras considerar los daños financieros indirectos y los costos de oportunidad, se hace evidente que las naciones del Golfo de Guinea son las que más se benefician de una reducción de la piratería y el robo armado en la región", indica el reporte.
La "frecuencia y violencia" de los ataques piratas impacta en la inversión extranjera, al tiempo que debilita el control estatal de las zonas costeras y marinas, además de aterrorizar a las comunidades pesqueras.
La ONU lanzó el informe casi dos semanas después de que una patrulla naval danesa matara a cuatro piratas en un intercambio de disparos frente a la costa de Nigeria.
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