Por Krishna N. Das
NUEVA DELHI, 3 dic (Reuters) -India espera que la variante ómicron del coronavirus cause una enfermedad menos grave, según informó el viernes el Ministerio de Sanidad, gracias a las vacunas y a la elevada exposición previa a la variante delta, que había infectado a casi el 70% de la población hasta julio.
Médicos auxiliares protestaron para exigir que se refuerce el personal, advirtiendo de una situación desastrosa si la nueva variante desborda los centros sanitarios, aunque casi la mitad de los 944 millones de adultos de la India han sido vacunados en su totalidad.
Hasta el 84% ha recibido al menos una dosis, y más de 125 millones de personas deben recibir una segunda para finales de noviembre, mientras el Gobierno presiona para que más personas se vacunen frente a ómicron.
"Dado el rápido ritmo de vacunación en la India y la alta exposición a la variante delta... se prevé que la gravedad de la enfermedad sea baja", dijo el ministerio en un comunicado. "Sin embargo, las pruebas científicas siguen desarrollándose".
Los dos primeros pacientes de ómicron en la India, notificados el jueves, mostraron síntomas leves, añadió el ministerio.
Sin embargo, la preocupación por la posibilidad de una tercera oleada de infecciones ha aumentado después de que se detectara la variante en el estado sureño de Karnataka, en una persona sin antecedentes de viajes recientes.
El Ministerio dijo al Parlamento que sus expertos en inmunización estaban sopesando la necesidad de dosis de refuerzo, después de que muchos legisladores exigieran una tercera vacuna para los trabajadores sanitarios y las personas vulnerables.
Añadió que se estaba debatiendo la vacunación de los 145 millones de niños de entre 12 y 17 años.
Los nuevos casos se han estabilizado en unos 10.000 en las últimas semanas, después de que los hospitales y centros de salud se vieran inundados en abril y mayo por una segunda oleada récord de infecciones y muertes desatadas por la variante delta.
Las nuevas infecciones por COVID-19 se situaban el viernes en 9.216, mientras algunos médicos residentes se abstenían de llevar a cabo las tareas no críticas para pedir un aumento de personal mediante la inscripción de nuevos estudiantes de postgrado.
"Queremos justicia", gritaban algunos estudiantes que celebraban una protesta en el Hospital Dr. Ram Manohar Lohia de la capital, mientras que en las pancartas cercanas se leía: "Somos humanos, no robots".
Un ayudante del ministro de Sanidad, Mansukh Mandaviya, no respondió inmediatamente a una petición de comentarios.
"Las instituciones sanitarias de todo el país carecen de una plantilla adecuada de médicos residentes", dijo al ministro en una carta una agrupación nacional de estos médicos en decenas de hospitales públicos.
"Con la posibilidad de la futura ola pandémica de COVID-19 que se avecina, la situación será desastrosa".
El Gobierno ha tenido que retrasar la admisión de estudiantes por disputas legales sobre cuestiones como la reserva de plazas para solicitantes pobres.
La cifra de infectados en la India asciende a 34,62 millones, según las cifras del Gobierno, y el número de muertos aumentó 391 el viernes, hasta 470.115.
(Reporte de Krishna N. Das y Anuron Kumar Mitra; edición de Lincoln Feast y Clarence Fernandez, traducido por Tomás Cobos)