AMÁN, Jordania (AP) —
El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos indicó el martes que este mes no logró pagar a tiempo a sus 28.000 empleados por una seria crisis financiera, y advirtió de posibles cortes de servicios vitales para millones de personas durante una pandemia.
La UNRWA opera escuelas, clínicas y programas de distribución de alimentos para millones de refugiados palestinos registrados en el Medio Oriente, principalmente descendientes de palestinos que huyeron o fueron obligados a salir de lo que ahora es Israel durante la guerra de 1948.
Los 5,7 millones de refugiados viven en su mayoría en campamentos que han sido transformados a zonas residenciales construidas, pero con frecuencia empobrecidas en Cisjordania, este de Jerusalén y Gaza, así como Jordania, Siria y Líbano.
El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, le dijo a la prensa en Jordania que la reanudación en este año del apoyo estadounidense para la agencia — que fue suspendido por el gobierno del presidente Donald Trump — quedó anulado por una reducción de fondos de otros donantes.
La agencia también atravesó una crisis gerencial en 2019, cuando su jefe previo renunció entre acusaciones de conducta sexual inapropiada, nepotismo y otros abusos de autoridad.
El lunes, el personal se puso en huelga después de que les informaran la semana pasada que los salarios se demorarían, pero suspendieron el paro tras una conciliación, dijo Lazzarini.
“Si los servicios de salud de la UNRWA se ven comprometidos en medio de una pandemia, la distribución de vacunas contra el COVID-19 tendrá que terminar. La atención a madres y niños parará, medio millón de niños y niñas no sabrán si podrán seguir aprendiendo y más de dos millones de los refugiados palestinos más pobres no recibirán asistencia alimentaria y dinero”, comentó.
“Las necesidades humanitarias de los refugiados palestinos siguen aumentando mientras que el financiamiento de la agencia se estancó desde 2013”, añadió.