CANTARRANAS, Honduras (AP) — San Luis era la octava parada de una gira por nueve poblados de Francisco “Paquito” Gaitán, el popular alcalde de Cantarranas, un municipio ubicado en las montañas de las afueras de la capital hondureña de Tegucigalpa.
Dos semanas antes de las elecciones, Gaitán parecía inalcanzable en su búsqueda por un quinto mandato consecutivo. Un político inusual que tenía planes claros para mejorar las vidas de sus constituyentes y que trabajó obstinadamente para lograrlos. La lista de razones por las que la gente amaba al ingeniero agrícola de gafas era larga.
En San Luis todo empezó con la electricidad que llevó hace años a la comunidad agrícola de unos 120 habitantes y ubicada a unos 40 minutos en automóvil por una carretera en malas condiciones desde el centro de Cantarranas, e incluyó agua potable y una nueva escuela que insistió en que tuviera dos aulas.
Así que el asesinato de Gaitán perpetrado el 13 de noviembre en la entrada de la vivienda de Luis Rodríguez en San Luis sacudió por completo a la comunidad. No sólo era el primer homicidio del que se tiene registró allí, sino que se trataba de su amado alcalde que perdió la vida cuando fue a mostrarle al padre de 93 años de Rodríguez y a otras personas una papeleta de muestra para prepararlos para el día de las elecciones.
El asesinato de Gaitán fue el que más resonó en otra sangrienta campaña electoral de Honduras.
El Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras contabilizó 20 políticos que han sido asesinados entre el 15 de diciembre del año pasado y el 15 de septiembre de este año. Tan sólo en noviembre, cuatro políticos fueron asesinados, incluido Gaitán, todos miembros del Partido Liberal.
“Yo me atrevo a decir que fue algo como celos políticos”, comentó Marco Antonio Guzmán, del vicealcalde de 35 años de Gaitán, quien fue elegido para reemplazar a su mentor en la boleta y se refiere a él como “nuestro eterno alcalde”.
El asesino, oriundo de un poblado cercano, fue detenido, si Guzmán señaló que otras personas estuvieron involucradas —pero no proporcionó nombres. Las autoridades no han informado el motivo del asesinato.
“Había un malestar porque sabían que, bueno, saben que él es el que va a ganar”, dijo Guzmán. “Y fue algo como en lo político, de la impotencia de saber que no podían hacer nada contra la voluntad de la gente”.
Cantarranas era como cualquiera otra localidad hondureña hasta que Gaitán decidió meterse a la política luego de una exitosa carrera en la agricultura que incluyó dirigir uno de los exportadores más grandes de café de Honduras.
Durante sus primeros dos periodos, se enfocó en la infraestructura y servicios básicos, como la electricidad, agua potable, caminos y escuelas, así como en buscar inversiones que cambiaran drásticamente la calidad de vida de la gente.
Posteriormente, Gaitán, cuyo trabajo le permitió viajar internacionalmente, se enfocó en las artes y la educación. Hoy en día, Cantarranas es mejor conocido como la localidad a una hora de distancia en auto de Tegucigalpa con calles adornadas por coloridos murales.
Realiza festivales anuales para muralistas y escultores, que vienen de todas partes de Honduras y Latinoamérica. La localidad lanzó un programa para enseñar arte a los niños. Sus calles están llenas de pintorescas cafeterías y su plaza central tiene varias esculturas de piedra arenisca.
En conjunto, es una atmósfera como ninguna otra en Honduras y ha convertido a Cantarranas en uno de los destinos turísticos del país.
La transformación de Cantarranas es aún más impresionante porque ocurrió con otro partido en el poder a nivel nacional. Guzmán dijo que la ciudad no recibió el mismo apoyo del gobierno federal por esa razón.
El sábado, decenas de personas se congregaron en la plaza central donde el gobierno federal entregaba bolsas de alimentos de primera necesidad a los padres de familia. Las bolsas no tenían plasmado el logotipo de ningún partido y los que las estaban entregando tampoco portaban prendas con los colores del gobernante Partido Nacional, pero se desarrolló en la víspera de las elecciones.
De regreso en San Luis, en lugar de estar atemorizada por el asesinato de su alcalde, la gente señaló que estaba aún más determinada y lista para emitir su voto para el sucesor de Gaitán el domingo.
Mario Rodríguez, hermano de Luis, vio cómo cayó el cuerpo de Gaitán y señaló que el asesino le disparó varias veces. Vio a su hermana en el suelo y pensó que también había sido baleada, pero simplemente se cayó en el alboroto.
Dos semanas después, el agricultor aún se pone emocional cuando piensa en todo lo bueno que Gaitán hizo por su lejana comunidad. El domingo, comentó que realizaría el viaje a la localidad para votar.
“En memoria de él tenemos que responder”, señaló. “Ahora con más empuje vamos a llegar”.
__
El periodista de The Associated Press Marlon González en Tegucigalpa contribuyó a este despacho.