BERLÍN (AP) — Olaf Scholz se apresta a convertirse en el noveno canciller de Alemania tras la Segunda Guerra Mundial tras liderar a su partido a una recuperación electoral que parecía sumamente improbable hace apenas unos pocos meses.
Scholz, de 63 años, selló el miércoles un acuerdo para que su partido centroizquierdista, el Socialdemócrata, lidere el próximo gobierno alemán en una coalición con los Verdes y los Demócratas Libres, un partido pro negocios. El acuerdo se produjo al final de conversaciones relativamente rápidas que fueron disciplinadas y discretas, cualidades que reflejan la imagen de Scholz.
Scholz tiene el estilo de ir al grano típico de su ciudad, Hamburgo, donde una vez trabajó como abogado, un estilo más sobrio incluso que el de la canciller saliente Angela Merkel. Se integró al partido Socialdemócrata a los 17 años y fue elegido al parlamento por primera vez en 1998.
Es imperturbable y muy seguro de sí mismo, pero la retórica no es su punto fuerte. Durante un término turbulento como secretario general de los socialdemócratas a inicios de la década de los 2000, fue comparado con un robot por la costumbre de repetir constantemente las mismas frases en respaldo a las políticas del entonces canciller Gerhard Schroeder sobre reducción de prestaciones sociales y reformas económicas, que enfrentaban disensión en el partido.
La experiencia de Scholz, su atención a los detalles y una imagen en ocasiones tecnocrática fueron una ventaja en la campaña de este año, en la que llevó a los atribulados socialdemócratas del tercer lugar en las encuestas a una victoria estrecha en los comicios del 26 de septiembre.
Se vio ayudado por una serie de errores de sus dos principales oponentes: Armin Laschet, líder de la Unión Demócrata Cristiana de Merkel, y Annalena Baerbock, primera candidata de los Verdes al puesto.
La posición de los socialdemócratas subió gracias a que Scholz, ministro de finanzas y vicecanciller en el gobierno de Merkel, llevó una campaña calmada y sin incidentes, y tuvo actuaciones sólidas en tres debates televisados.
Scholz sirvió inicialmente en el gobierno federal del 2007 al 2009 como ministro de trabajo de Merkel, durante la crisis financiera global. Alemania mantuvo un bajo desempleo, notablemente utilizando un programa gubernamental de respaldo a los salarios para mantener a las personas en las nóminas de compañías. El mismo enfoque funcionó bien durante la pandemia de coronavirus, en la que Scholz ayudó a guiar la respuesta económica de Alemania como ministro de finanzas.