CARACAS (AP) — La misión de observadores de la Unión Europea afirmó el martes en un informe preliminar que las recientes elecciones estatales y municipales en Venezuela se desarrollaron en mejores condiciones que los tres anteriores comicios nacionales.
Sin embargo, el documento presentado a los medios de comunicación destacó una serie de irregularidades que afectan la igualdad de condiciones para competir en las elecciones.
La misión europea presentará el próximo año sus conclusiones y dará recomendaciones para futuros comicios en un informe definitivo.
Isabel Santos, diputada socialista portuguesa y jefa de la misión, indicó que se evidenció una mejora, en particular en lo que se refiere al Consejo Nacional Electoral (CNE), calificado como “el más equilibrado de los últimos 20 años".
Santos destacó que sus cinco directores “lograron mejoras en componentes técnicos de las elecciones mediante el diálogo interno”, en la realización de “numerosas auditorias en las distintas fases del proceso electoral y una actualización más amplia” del padrón.
Sin embargo, el informe destacó que persisten las “deficiencias estructurales” en los procesos electorales de Venezuela como la inhabilitación de candidatos de la oposición, el uso de recursos del Estado en la campaña y un acceso desigual a los medios de comunicación. Santos añadió que las misiones de observación de la Unión Europea “no son un instrumento de injerencia en los países” y prometió combatir cualquier intento de usar los informes por a las partes interesadas con un propósito distinto a su espíritu.
Entre las anomalías detectadas se incluyen demoras en la apertura y cierre de los centros de votación. Los observadores también fueron testigos de la “instalación de dispositivos de control a los votantes por parte del PSUV”, el partido de gobierno, en los 23 estados y la capital venezolana, “a pesar de la prohibición explícita del CNE”.
Además se observó que la cobertura del partido gobernante fue dominante y desproporcionadamente favorable en la televisión estatal y muy significativamente en las emisoras de radio y televisión privadas" así como “el uso de alimentos gratuitos y otros bienes” afectaron a la igualdad de condiciones. El informe señaló la muerte de un votante en un tiroteo frente a un centro de votación, donde otras dos personas resultaron heridas.
Más allá de la elección de las autoridades estatales y municipales, para muchos la importancia de los comicios era la puesta a prueba del sistema electoral de Venezuela, desacreditado por la inhabilitación de partidos y algunos de los candidatos opositores más populares, así como verificar la prolijidad del proceso tras años de denuncias de abusos.
Las elecciones fueron monitoreadas por cientos de observadores, entre los que destacan los 136 miembros de la misión europea -entre otros organismos independientes- en atención de una exigencia de los adversarios del gobierno.
Jordy Cañas, jefe de la delegación del parlamento europeo, resaltó que el desempeño del CNE fue “con eficiencia”, no obstante “la falta de independencia judicial y el irrespeto a Estado de Derecho afectaron desfavorablemente a la equidad y transparencia de las elecciones".
La UE, motivada por los diálogos en México entre el gobierno y la oposición, aceptó la invitación de las autoridades venezolanas. El bloque, que el año pasado no reconoció los comicios legislativos, no participaba de un proceso electoral venezolano desde 2006.
La presencia de la misión europea fue parte de las concesiones del presidente Nicolás Maduro para estimular la participación en estos comicios. Además, la Asamblea Nacional, con abrumadora mayoría oficialista, designó una nueva directiva del CNE donde dos de sus cinco miembros son reconocidos opositores, incluido un activista que estuvo preso acusado de participar en supuestas acciones para desestabilizar al gobierno.
En los comicios del domingo, donde la abstención fue muy alta, los aliados del gobierno se adjudicaron el grueso de los cargos a elegir, mientras sus adversarios sumaron una gran cantidad de votos en conjunto, en ocasiones más que el oficialismo, pero que por la dispersión del voto esto entre distintos partidos no se tradujo en más triunfos electorales.
En los comicios participaron el 42,26% de los más de 21 millones de venezolanos inscritos en el padrón electoral. La alta abstención era previsible luego de casi un lustro de llamados de los principales partidos opositores a no votar y el boicot desde 2017 de los previos procesos electorales argumentando que no existían condiciones suficientes para garantizar que las elecciones fuesen justas y transparentes.
La alianza oficialista ganó la alcaldía de Caracas y se adjudicó 18 de las 23 gobernaciones en disputa. En varias de éstas la diferencia fue exigua -cercana a 1%- y en otras la ventaja del candidato oficialista que marcha al frente en los escrutinios es tan pequeña que obliga esperar a contar hasta el último voto para declarar un ganador, comentó Roberto Picón, uno de los cinco directores del CNE.
Los partidos opositores salieron victoriosos en las elecciones de gobernadores en el estado central de Cojedes, el insular estado Nueva Esparta y Zulia, un estado petrolero.
Falta por definir el ganador como gobernador en los estados Apure y Barinas.
El CNE anunció que de las 335 alcaldías, ya se conocen ganadores en 322. Agregó que 205 fueron conquistadas por el oficialismo, 59 por la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática y 58 por otros partidos y alianzas de adversarios al gobierno de Maduro.
La misión de observadores europeos permanecerá en Venezuela para dar seguimiento a eventuales reclamos posteriores a los comicios.