MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
Una galaxia tenue a unos 1.500 millones de años luz de distancia ha sido identificada como origen de cinco ráfagas de un nuevo, el quinto, repetidor de intrigantes señales cósmicas de radio FRB.
El hallazgo fue posible fracias al complejo de 36 telescopios encuadrados en el ASKAP Australian Square Kilometer Array Pathfinder.
Las ráfagas de radio rápidas (FRB) son pulsos brillantes de emisión en longitudes de onda de radio (vistos principalmente en longitudes de onda de decenas de centímetros) cuyos mecanismos físicos son misteriosos. Las ráfagas duran entre centésimas de milisegundo y unos pocos milisegundos, y ninguna de ellas se ha asociado con una fuente específica, a pesar de que se han detectado miles de FRB desde que se detectó la primera hace catorce años.
Igualmente desconcertante es el hecho de que la mayoría de los FRB no repiten, una de las razones por las que las observaciones de seguimiento para identificar las fuentes de origen son tan difíciles.
Sin embargo, una pequeña minoría de FRB se repite, y se ha descubierto que cuatro de estos "repetidores" se originan en galaxias anfitrionas cuyos entornos incluyen una modesta formación de estrellas, posiblemente una pista de la naturaleza de los objetos o entornos responsables de ellos.
En la nueva investigación, el equipo, del que formó parte el astrónomo de Harvard CfA Tarraneh Eftekhari, utilizó el instrumento Binospec en el MMT --antes conocido como Telescopio de Espejo Múltiple, en Arizona-- para medir el espectro óptico de la galaxia anfitriona, así como los datos de rayos X de archivo de la galaxia del Observatorio Swift.
Al igual que los cuatro anfitriones de FRB previamente identificados, esta galaxia exhibe un nivel modesto y sin complicaciones de formación estelar con una tasa de aproximadamente cinco masas solares de nuevas estrellas por año (en comparación, la Vía Láctea produce aproximadamente una por año), informa Harvard cFa en un comunicado.
La galaxia anfitriona contiene alrededor de veinte mil millones de masas solares en estrellas cuya edad promedio es relativamente joven, alrededor de cinco mil millones de años. Contiene una gran cantidad de polvo cálido, pero no hay evidencia de emisión de un núcleo de agujero negro supermasivo.