MONTEVIDEO (AP) — Tres finales en una semana, divididas en un par de ramas. Prácticamente un monopolio brasileño de estos encuentros por los tres títulos sudamericanos distintos.
Y un Montevideo que busca proyectarse como capital del fútbol, recibiendo a unos 60.000 hinchas procedentes de Brasil, según estima el gobierno uruguayo.
En un estadio histórico y remodelado, esta ciudad albergará el sábado la final de la Copa Sudamericana, un día antes de recibir en otro recinto el encuentro por el título de la Copa Libertadores en la rama femenina.
Y el 27 de noviembre, se dirimirá el título masculino, también en la Libertadores.
Será la primera vez en la historia que una misma ciudad albergue casi en simultáneo las finales de estos torneos. Es una prueba de fuego para la ciudad pero también una oportunidad de reactivar la economía.
El sábado se conocerá qué equipo brasileño se queda con la vigésima Copa Sudamericana: el Athletico Paranaense, que la obtuvo en 2018, o el Red Bull Bragantino.
A las 8 de la noche del domingo (2300 GMT), se disputa la final de la Libertadores Femenina en el Gran Parque Central. Las jugadoras de Santa Fe de Colombia, últimas campeonas del certamen, buscarán retener el título ante el Corinthians brasileño que ha conseguido los mejores resultados de la competencia.
El conjunto Cardenal es el único no brasileño involucrado en estos partidos.
Para el próximo fin de semana, llegará el plato fuerte entre dos grandes, no solo del fútbol brasileño sino del continente: el Palmeiras y el Flamengo. Ambos equipos han sido campeones en dos oportunidades cada uno.
La última copa se la llevó el Palmeiras y la edición inmediata anterior fue para el Flamengo.
Se espera que 190 países reciban la transmisión televisiva desde el viejo Estadio Centenario, inaugurado en 1930 para disputar la primera Copa del Mundo y que lucirá remodelado.
La Conmebol ha costeado la refacción de vestuarios, campo de juego y butacas. También la iluminación, con la misma tecnología de estadios como el Santiago Bernabéu y varias de las sedes del mundial de Qatar.
Además se instaló conectividad a Internet para el público y una pantalla gigante de última generación. También se remodelaron los palcos donde podría observar alguno de los partidos Gianni Infantino, presidente de la FIFA, que aún no confirma su presencia.
Aunque el costo final de la obra todavía no es claro la Conmebol “ha invertido unos 4 millones de dólares”, informó a The Associated Press Jorge Casales de la Asociación Uruguaya de Fútbol y nexo con la asociación sudamericana para la organización.
“Eran reformas que el estadio necesitaba por ser una obra muy avanzada. Se avanzó mucho más de lo que teníamos proyectado”, explicó. “Vamos a quedar a nivel de los grandes estadios del mundo”.
Las reformas del mítico estadio son vistas por muchos en la dirigencia del fútbol uruguayo como un paso importante para seguir mejorándolo y que sea una oferta atractiva como parte de la candidatura conjunta de cinco países sudamericanos para realizar el Mundial del 2030.
Mientras las autoridades han liberado el 100% del aforo estimado en 60.000 personas, la Conmebol estima que costeará unos 10.000 hisopados para detectar el COVID-19.
Uruguay pide estrictos protocolos sanitarios a los hinchas que ya invaden Montevideo. Se han definido áreas específicas de la ciudad para cada hinchada.
En estas semanas algunos especialistas de la salud han alertado sobre la llegada masiva de turistas y el riesgo que podría significar para un país donde por el momento la pandemia parece controlada. En Uruguay se ha confirmado un total de más de 6.100 muertes por coronavirus, pero con alrededor de 40 en los últimos 28 días.
Montevideo se viene preparando con entusiasmo. El gobierno de la ciudad ha instalado estaciones para juegos recreativos en varios puntos de la ciudad, con canchas de fútbol, espectáculos artísticos, ferias de comida y espacios para las hinchadas.
El tránsito aéreo se ha incrementado y la reserva de hoteles también.
Esta semana, la reserva hotelera se incrementó un 20% en Montevideo. Con la final de la Libertadores del 27 se espera una ocupación del 95%, señaló a The Associated Press, Francisco Rodríguez, secretario de la Cámara Uruguaya de Turismo.
“Es un comienzo importante. Es una oportunidad que ojalá logre el resultado que se necesita: la reactivación”, enfatizó.
La policía uruguaya sostuvo reuniones con grupos de aficionados de Palmeiras y Flamengo.
“La información de Inteligencia que manejamos no nos hace prever un enfrentamiento entre barras. De cualquier manera, hemos tomado precauciones”, señaló el subdirector de la Policía, Jorge Berriel, en una conferencia de prensa.
La policía maneja una lista de 327 hinchas brasileños a quienes no se permitirá la entrada por antecedentes de violencia en estadios en su país.