Puno (Perú), 19 nov (EFE).- Las fuertes rachas de viento e intensas corrientes impidieron avanzar el jueves a los tres nadadores franceses que cruzan a nado el lago Titicaca desde Bolivia a Perú, entre ellos el medallista paralímpico Théo Curin.
Si el miércoles fue una jornada altamente productiva en la que pudieron avanzar unos 15 kilómetros, las adversas condiciones climáticas les frenaron en seco, según el último reporte del Desafío Titicaca publicado este viernes.
Los tres deportistas tuvieron que quedarse quietos para economizar esfuerzos y esperar una ventana de oportunidad más amigable que les permita avanzar sin luchar contra las fuertes corrientes del lago ya que, mientras nadan, remolcan la balsa donde duermen.
De momento, Curin y sus dos compañeros siguen a 54 kilómetros de las Islas de los Uros, en Perú, tras haber avanzado casi 68 kilómetros en 36 horas y 10 minutos de nado, desde que el 10 de noviembre partiesen de Copacabana (Bolivia) en esta travesía de 120 kilómetros por las gélidas aguas del Titicaca.
Las adversidades climáticas complican por ahora el objetivo de los tres nadadores de completar el recorrido en diez días, por lo que probablemente lleguen a la meta de su travesía el domingo 21 de noviembre.
El viento no ha sido el único enemigo de estos deportistas, que también han sufrido las inclemencias de las tormentas, el frío y la altura del lago navegable más alto del mundo, situado a 3.800 metros sobre el nivel del mar.
Además, en el cuarto día de travesía se desviaron dos kilómetros de la ruta, lo que les obligó a hacer un esfuerzo extra para recuperar el rumbo correcto.
A Curin, un nadador paralímpico de 20 años que perdió sus cuatro extremidades a causa de una meningitis cuando era niño, lo acompañan en este desafío Malia Metella, cinco veces campeona de Europa de natación; y Matthieu Witvoet, quien recorrió casi una veintena de países en bicicleta en 2017.
Es la primera vez que se realiza una travesía a nado tan larga en el Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, situado a 3.800 metros de altitud en el altiplano andino que comparten Bolivia y Perú.
Al terminar la aventura, el bote que remolcan servirá de herramienta para que el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) pueda realizar estudios científicos y de investigación en el lago Titicaca.