SANTIAGO (AP) — El diputado izquierdista Gabriel Boric pasó en pocos años de ser un dirigente estudiantil a ocupar por dos períodos consecutivos un escaño en la Cámara de Diputados de Chile y ahora aspira a sentarse en el sillón presidencial.
Con 35 años, soltero, es el más joven de los siete candidatos que competirán el 21 de noviembre por la sucesión del centroderechista presidente Sebastián Piñera.
Para disgusto de varios, para jurar por primera vez como diputado en 2014 se presentó sin terno ni corbata, luciendo una chaqueta de gabardina. Ante las quejas de un parlamentario conservador, respondió que “es un mecanismo de la elite para alejarse y diferenciarse del bajo pueblo”. Añadió que “me importa bien poco cómo me juzguen por mi pinta (apariencia)”. Vistió más formal al inicio de su segundo período.
Boric fue conocido por años por su pelo largo y una frondosa barba y en 2017 sorprendió a algunos cuando se rapó ambos lados de la cabeza y dejó una franja de cabello al medio, al estilo mohicano. Para las primarias presidenciales que ganó al candidato comunista Daniel Jadue, se recortó el pelo.
Partidario de mantener algo de su vida en privado, hace muy poco dijo que desde hace dos años tiene una compañera “a quien adoro”, la que participa en actividades feministas de su campaña. Ha dicho que si gana las elecciones, eliminará el cargo de Primera Dama. “No puede haber cargos en el Estado que tengan que ver o estén relacionados con el parentesco del Presidente, o con nadie”.
Hijo de un ascendiente croata y una madre de ascendencia española, Boric nació en Punta Arenas, 3.000 kilómetros al sur de Santiago, y además de Magallanes, en la Cámara representa a la Antártica, lo que influye en la importancia que su programa da a la descentralización de Chile, que tiene más de 4.200 kilómetros de largo. Su programa también releva el feminismo, una transición ecológica y el trabajo digno, y propone reformas estructurales al sistema de pensiones, salud y educación y “53 cambios concretos para un nuevo Chile”.
Concluido su bachiller, viajó a la capital chilena para estudiar derecho y ya en la universidad empezó a militar en partidos y movimientos izquierdistas, algunos de los cuales ayudó a fundar, y entre 2011 y 2012 ya era uno de los líderes de un poderoso movimiento universitario que demandaba educación gratuita y de calidad y que en momentos mantuvo por las cuerdas al primer gobierno de Piñera. Egresó en 2012, aunque no se tituló. Un año después ganó un escaño de diputado como independiente y en 2017 volvió a ganar, esta vez como militante de Convergencia Social, uno de varios movimientos y partidos que integran el izquierdista Frente Amplio (FA).
A comienzos de año, el FA le pidió que se inscribiera como candidato presidencial de Convergencia Social, para que representara la bloque y en julio se impuso a Jadue, que era el favorito en las primarias de la izquierda, al que derrotó con un inesperado 60%. Ahora representa a la alianza Apruebo Dignidad, formada por el FA y el Partido Comunista (PC).
Dos años antes, en contra de la decisión del FA, Boric firmó individualmente un acuerdo constitucional transversal que dio lugar a la convocatoria a un plebiscito que se convirtió en el camino institucional para frenar las protestas que siguieron a un violento estallido social un mes antes. Su acción le costó fuertes críticas del PC y un alejamiento temporal del Frente.
Su pacto propone crear un Fondo Universal de Salud para evitar que Chile siga teniendo dos tipos de salud, una de las cuales discrimina por ingresos. También impulsa la eliminación de las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones que, basadas en los aportes individuales, entregan montos de retiros muy bajos. Boric, en cambio, ofrece una pensión universal de 250.000 pesos (306 dólares) para los mayores de 65 años, una reactivación económica que incluya una subvención al empleo femenino, inversión verde, y la defensa de los derechos de la población LGBTIAQ+. Además plantea crear un cupo laboral de 1% en empresas públicas y privadas para personas transgénero.
Durante un debate presidencial en septiembre, el abanderado ultraderechista, José Antonio Kast, enrostró a Boric el haberse reunido en 2018, en Francia, con Ricardo Palma Salamanca, condenado por el asesinato en 1991 de un senador conservador, cuando militaba en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, que combatió por las armas la dictadura militar (1973-1990). “Cuando me equivocó soy capaz de reflexionar de mis errores y pedir perdón”, respondió el candidato. Un año antes fue sancionado con un 5% de su salario por la comisión de ética de los diputados por un video en el que se lo ve mostrando una polera con la imagen del legislador con una bala en la frente.