Uruguay va estar "en los ojos del mundo" gracias a las finales de la Conmebol

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Gonzalo Etcheverry, asesor de la Presidencia uruguaya en materia deportiva, habla durante una entrevista con Efe el 16 de noviembre de 2021, en Montevideo (Uruguay).  EFE/Federico Anfitti
Gonzalo Etcheverry, asesor de la Presidencia uruguaya en materia deportiva, habla durante una entrevista con Efe el 16 de noviembre de 2021, en Montevideo (Uruguay). EFE/Federico Anfitti

Montevideo, 17 nov (EFE).- Uruguay va a estar "en los ojos del mundo" merced a las tres finales continentales de fútbol (Copa Sudamericana, Libertadores femenina y masculina) que se disputarán en su capital del 20 al 27 de noviembre y, por ello, su Ejecutivo lo asume como un "evento país".
Así lo afirma Gonzalo Etcheverry, asesor de la Presidencia uruguaya en materia deportiva y responsable de coordinar a los distintos actores involucrados en la organización de este evento "histórico" para la Confederación Suramericana de Fútbol (Conmebol), ya que, por primera vez, sus tres finales coinciden en una sede.
"El fútbol mueve la aguja y los ojos del mundo van a estar mirando a Uruguay, van a estar mirando al Estadio Centenario y tenemos muchas ganas de que ruede la pelota para que Uruguay se vea, de ahora en más, como una alternativa ya no idílica, sino concreta, de un 'hub' deportivo", explica este experto en comunicación y deporte.
Etcheverry recibe a Efe en su despacho de la Torre Ejecutiva -sede del Gobierno uruguayo-, en el que conviven sobre una estantería un balón de fútbol, una pequeña réplica de la Copa América y el retrato del presidente del país, Luis Lacalle Pou, en un símbolo de la cercanía entre el deporte y el mandatario, amante del rugby y del surf.
El asesor confirma que el Gobierno espera que, desde este momento, "Uruguay tome mucha más notoriedad en materia de organización de eventos deportivos".
EL CENTENARIO, "LA JOYA DE LA CORONA"
Los brasileños Athletico Paranaense y Red Bull Bragantino se medirán el 20 por el título de la Sudamericana y el Flamengo y el Palmeiras, también de esa nacionalidad, pugnarán el 27 por la Libertadores masculina.
Ambas finales comparten escenario, el mítico Estadio Centenario, sede en 1930 de la primera final de un Mundial, cuya imagen actual dista mucho de ser la cancha vetusta que era hasta hace unos meses, cuando la Conmebol confirmó su ayuda para su remodelación y limpieza.
"No nos olvidemos de que el Centenario es un icono del fútbol mundial. Allí se celebró el primer Mundial, hay mucha historia y esa historia no puede quedar en pausa, tiene que seguir", comenta Etcheverry, quien no duda en calificar al viejo coliseo como "la joya de la corona".
A nadie escapa -y él tampoco lo niega- que el objetivo de fondo para esta renovación del "Partenón del fútbol", como alguna vez lo llamó Joao Havelange, sería albergar el Mundial 2030.
"Esto va a ayudar. No es fácil y, lógicamente, tendrán que entrar un montón de factores, pero es una apuesta, un desafío y un anhelo", explica.
La única de las tres finales que se disputará fuera del Centenario, pese a que inicialmente se anunció lo contrario, es la Libertadores femenina, que jugarán el 21 el Independiente Santa Fe colombiano y el Corinthians brasileño.
Según Etcheverry, se debió a "un tema operativo de tiempos" por el montaje y desmontaje de publicidad entre la Sudamericana y la Libertadores y, por eso, "se optó por el Gran Parque Central (la cancha del Nacional), que es céntrico y de fácil acceso", además de que "era bueno darle su lugar único" al fútbol femenino.
LA INTRAHISTORIA
La pandemia de la covid-19, que puso el mundo patas arriba y que, en lo deportivo, supuso la suspensión de las competiciones durante muchos meses y, posteriormente, su reanudación sin público en las gradas, 'ayudó' a Uruguay a lograr la concesión de las finales.
El apoyo que el Ejecutivo de Lacalle Pou dio a la Conmebol para lograr una donación de vacunas desde China fue el detonante, afirma Etcheverry.
"Además de agradecer el gesto, que hasta hoy lo siguen agradeciendo, porque es salud, no es un tema menor, fue como un impulso para decir: '¿por qué no Uruguay? ¿por qué no Montevideo en este formato nuevo de finales únicas?'", asevera el asesor, quien agrega que "el buen manejo de la pandemia" en el país suramericano fue "determinante".
Las buenas cifras que maneja Uruguay permitieron el 1 de noviembre la reapertura de fronteras -también pensando en la afluencia de decenas de miles de brasileños para estas finales-, si bien quienes ingresen deben presentar certificado de vacunación y PCR negativo, por lo que se extremarán los controles para evitar "la viveza criolla".
Para la organización se formó un equipo, del que han formado parte los Ministerios de Defensa, Interior, Turismo, Salud Pública, Transporte y Obras Públicas, y Economía y Finanzas; la Intendencia (gobierno regional) de Montevideo; la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) y la Conmebol.
Ahora solo esperan que el evento "sea una fiesta del deporte".
Concepción M. Moreno

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