GLASGOW, Escocia (AP) — Mientras los líderes mundiales y negociadores aplauden el pacto climático de Glasgow como un buen acuerdo que mantiene vivo un límite crucial al incremento de la temperatura, muchos científicos se preguntan a qué planeta se refieren estos dignatarios.
Al analizar las cifras ven una Tierra bastante distinta y más caliente.
“En el panorama general pienso que sí, tenemos un buen plan para mantener el objetivo de 1,5 grados dentro de nuestras posibilidades”, dijo la mexicana Patricia Espinosa, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en declaraciones a The Associated Press, refiriéndose al objetivo predominante de limitar el calentamiento a 1,5 grados Celsius (2,7 Fahrenheit) desde la época preindustrial.
El primer ministro británico Boris Johnson, anfitrión de la cumbre, estuvo de acuerdo, diciendo que el pacto es “un plan claro para limitar el aumento en las temperaturas globales a 1,5 grados”.
Sin embargo, muchos científicos se muestran escépticos. Olvídense de los 1,5 grados, afirman. El planeta continúa enfilado a rebasar los 2 grados centígrados (3,6 F).
“El objetivo de 1,5 grados ya agonizaba antes de Glasgow y ahora es momento de declararlo muerto”, dijo Michael Oppenheim, climatólogo de la Universidad de Princeton, a The Associated Press el domingo.
Algunos de los 13 científicos que entrevistó la AP con respecto al pacto de Glasgow indicaron que ven apenas progreso suficiente para mantener con vida el límite de 1,5 grados Celsius, y con ello algo de esperanza. Pero por un margen muy escaso.
Los optimistas destacan muchos de los acuerdos que se concretaron en Glasgow, incluyendo un pacto entre Estados Unidos y China con el fin de trabajar más duro conjuntamente para reducir las emisiones esta década, así como acuerdos multinacionales por separado que se centran en las emisiones de metano y la energía generada a base de carbón. Después de seis años de fracasos, un mecanismo basado en el mercado comenzaría a impulsar el comercio de créditos para reducir los niveles de carbono en el aire.
La marca de 1,5 grados es el más riguroso de dos de los objetivos trazados en el histórico pacto climático de París en 2015. Funcionarios de la ONU y científicos la consideran vital debido a que un reporte científico de 2018 reveló que el planeta sufrirá efectos mucho peores si se superan los 1,5 grados.
El mundo ya se ha calentado 1,1 grados C (2 F) respecto a los niveles preindustriales, así que todo depende de unas cuántas décimas de grado. La ONU calculó que, para limitar el calentamiento a 1,5 grados, los países tendrían que reducir sus emisiones a la mitad para el año 2030. Las emisiones están aumentando ahora, en lugar de reducirse, en aproximadamente 14% desde 2010, destacó Espinosa.
El investigador alemán Hans-Otto Portner dijo que la conferencia de Glasgow “concretó cosas, pero no logró un progreso suficiente".
“El calentamiento superará por mucho los 2 grados Celsius. Este hecho amenaza a la naturaleza, la vida humana, las formas de sustento, los hábitats y también la prosperidad”, dijo Portner, copresidente de uno de los reportes científicos del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático en los que la ONU se apoya.
En lugar de los grandes cambios para alterar la curva de temperatura que esperaba conseguir la ONU en Glasgow, sólo se obtuvieron pequeñas variaciones, según científicos que realizan simulaciones computacionales.
“Al concluir Glasgow le hemos quitado tal vez 0,1 Celsius al calentamiento... para un calentamiento estimado, en el mejor de los casos, de 2,3 grados”, dijo Zeke Hausfather, climatólogo y director del Breakthrough Institute, en un correo electrónico. Hausfather y algunos colegas han realizado modelos climáticos para el sitio web Carbon Brief, especializado en el cambio climático.
Jon Sterman, profesor del MIT, dijo que su equipo en el centro de investigación Climate Interactive analizó algunas cifras antes de que se concretara el pacto de Glasgow y éstas no concuerdan con el optimismo de los dignatarios.
“No hay una manera plausible de limitar el calentamiento a 1,5 o incluso a 2 (grados) si no se elimina progresivamente el uso de carbón... y lo más pronto posible, junto con el petróleo y el gas”, aseguró.