DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — El festival aéreo bienal de Dubái se abrió el domingo a un mundo que aún sufre por la pandemia y a una industria aeronáutica sumamente golpeada por el coronavirus, pero que está reactivándose.
Por tradición, Boeing y Airbus han sido las estrellas de esta feria comercial de aviación, compitiendo por las adquisiciones multimillonarias de las aerolíneas de Medio Oriente, concretando los detalles finales antes de sus conferencias de prensa, realizadas con minutos de diferencia. Este año, sin embargo, se tiene previsto que en la exhibición de cinco días haya menos transacciones que en ediciones anteriores debido al mal estado de la industria aérea y del sector turístico a causa de la pandemia de COVID-19.
En su lugar, en el primer día del festival los equipos militares y de defensa de países como Rusia e Israel captaron la atención.
Airbus logró el mayor acuerdo comercial de la jornada, una venta de 255 aeronaves nuevas a varias aerolíneas de bajo costo de Indigo Partners. Con este pacto, Wizz Air adquirió 102 nuevos aviones, la estadounidense Frontier 91, la mexicana Volaris compró 39 y la sudamericana JetSmart, 23. El paquete incluye una combinación de aviones A321neo y A321XLR.
A precios de lista de Airbus antes de la llegada de la pandemia, la orden tendría un valor muy superior a los 30.000 millones de dólares. La empresa se negó a brindar detalles sobre el precio de venta.
Airbus también se aseguró un pedido de dos aeronaves A330 de reabastecimiento aéreo de combustible con la Fuerza Aérea de los Emiratos Árabes Unidos, lo que incrementó a cinco la flotilla de aviones cisterna de usos múltiples del país.
En tanto, el presidente brasileño Jair Bolsonaro recorrió la pista frente al pabellón de la emblemática compañía aeroespacial brasileña Embraer, y examinó el interior del enorme avión de transporte C-390 Millennium, sonriendo y saludando a la gran cantidad de reporteros reunidos allí.
La estrella de la pista fuera de la sala de exhibición fue el avión de combate ruso Checkmate, que fue exhibido a la prensa en un hangar construido expresamente y con un espectáculo de rayos láser que rebotaban en el techo cubierto de espejos. La aeronave, con un precio base de 35 millones de dólares, es un competidor de menor precio del estadounidense F-35, el cual Emiratos Árabes Unidos ha intentado adquirir desde que reconoció formalmente al Estado israelí el año pasado en un acuerdo con el gobierno del presidente estadounidense Donald Trump. Ese proceso de venta se ha desacelerado durante el mandato de Joe Biden.