Santiago Niltepec (México), 12 nov (EFE).- Cientos de personas de la caravana migrante que lleva 20 días recorriendo el sur de México decidieron este viernes subirse en camiones para completar la ruta Del día, agotados tras largas jornadas de caminata.
Desesperados por el cansancio y el calor acumulado tras recorrer a pie más de 340 kilómetros de los estados de Chiapas y Oaxaca, cientos de migrantes que conforman la caravana decidieron no caminar más y en la salida desde Santiago Niltepec pararon camiones para pedir que les dejaran viajar en ellos.
Haciendo grandes esfuerzos, mujeres y niños, principalmente, se acomodaron entre los espacios de los remolques de los camiones, insuficientes ante el volumen de personas que quería subir.
Al menos cuatro camiones fueron utilizados por los migrantes para avanzar 22 kilómetros más hacia La Venta, donde harán nuevamente una escala para continuar su camino durante el fin de semana por la región del Istmo de Tehuantepec.
“Vámonos, vámonos”, gritaban algunos migrantes para que el conductor avanzara una vez que estuvieron acomodados sobre el vehículo, debido a que la Guardia Nacional se encontraba cerca.
Al ver la estrategia de los migrantes, la Guardia Nacional cerró la carretera para impedir el paso de más camiones que les pudieran servir de transporte.
SE ENTREGAN A LAS AUTORIDADES
En días recientes, un total de 800 migrantes de la caravana han regularizado su situación en el país a través del Instituto Nacional de Migración (INM) y, a raíz de ello, han abandonado el contingente.
Jeffrey, nicaragüense, viaja con su madre, esposa y dos hijos, y las llagas en los pies ya no le dejan avanzar.
“Hemos venido a sufrir, pero ya no podemos regresar, nos prometieron la ayuda de la visa humanitaria y ojalá sea cierto, yo tuve dos embolias y no quiero volver a mi país”, dijo a Efe llorando el hombre de 47 años, quien este viernes también se entregó al Grupo Beta (un grupo de apoyo) del INM.
Como Jeffrey, este viernes se entregaron unos 20 migrantes más vencidos por el cansancio y dolor de viajar con sus hijos, que en muchos casos no rebasan los cinco años de edad.
Las familias que acuden a los agentes son trasladadas a las garitas del INM de Tapanatepec y La Ventosa, donde son transportados en autobuses a los estados de Puebla, Guanajuato y Ciudad de México, donde les prometen regularizar sus documentos migratorios, algo que han puesto en duda activistas.
LA OLA MIGRATORIA
Los migrantes avanzan en medio del dolor que ha ocasionado en días recientes la muerte por disparos de la Guardia Nacional de un migrante cubano, quien viajaba en un vehículo junto con otras personas.
Además, la semana pasada se produjo al menos un choque con la Guardia Nacional entre migrantes y agentes, con varios detenidos y también elementos de seguridad heridos.
Este grupo se puso en marcha después de que en los primeros días de septiembre las autoridades mexicanas frustraran el avance de cuatro caravanas migrantes que partieron precisamente desde Tapachula, municipio de Chiapas fronterizo con Guatemala.
Entonces, varias agencias de la ONU y ONG criticaron el uso de la fuerza en los operativos para desintegrar dichas caravanas.
La región vive un flujo migratorio récord hacia Estados Unidos, cuya Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) "encontró" más de 1,5 millones de indocumentados en la frontera con México en el año fiscal 2021, que terminó el 30 de septiembre.
Además, México ha detectado más de 190.000 inmigrantes indocumentados de enero a septiembre, cerca del triple que en 2020, además de haber deportado a casi 74.300, de acuerdo con la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.