La coalición militar liderada por Arabia Saudita en Yemen indicó este lunes haber matado a 115 rebeldes hutíes en las últimas 24 horas en nuevas incursiones alrededor de Marib, el último bastión leal al gobierno en el norte del país en guerra.
La coalición, que apoya al gobierno desde 2015, asegura haber infligido grandes bajas a los rebeldes casi a diario durante casi un mes, pero esto no ha impedido que avancen hacia Marib, la capital de la provincia homónima rica en petróleo.
Las cifras de la coalición no pueden ser verificadas de forma independiente y los hutíes rara vez informan de sus pérdidas.
"Diecinueve vehículos militares fueron destruidos y 115" insurgentes murieron en los bombardeos dirigidos a dos zonas en torno a Marib, Sirwah (al oeste de la ciudad) y al-Jawf (al norte), informó la coalición en un comunicado a la agencia oficial de noticias saudita SPA.
Desde el estallido de la guerra en 2014 con la toma de la capital, Saná (norte), los hutíes, cercanos a Irán, han ido asumiendo progresivamente el control de una gran parte del norte de Yemen, con excepción de Marib.
La pérdida de esta provincia estratégica sería un desastre para el gobierno y su aliado saudita.
En siete años, la guerra ha sumido a Yemen en una de las peores crisis humanitarias del mundo, según la ONU. Más de dos tercios de la población depende de la ayuda internacional.
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