Se informa de actividad sísmica muy ligera –3.5 grados en la escala de Richter– en Playas De Rosarito. El episodio tuvo lugar a las 03:19 hora local (09:19 UTC), con epicentro 27 km al sureste de dicha localidad y una profundidad de 5 kilómetros.
Dado lo reciente del evento, la afectación en víctimas humanas y daños materiales a causa de este movimiento telúrico continúa sin establecerse.
Esta no es la primera vez que México sufre este tipo de embate de la naturaleza. Su posición geográfica lo coloca en riesgo constante de vivir estos eventos. Así, en 1985 y 2017, hubo movimientos sísmicos que causaron enorme destrucción en la nación norteamericana. Aunque estos dos son los más reconocidos en la actualidad, no son los de mayor magnitud en el territorio.
Durante la colonia, sucedió el terremoto más fuerte registrado en la historia de México. Entonces, el 28 de marzo de 1787, su epicentro fue en Oaxaca, con una magnitud de 8.6 en la escala de Richter. El movimiento fue tan violento que hizo no solo que la tierra se estremeciera, sino que, además, se dio un tsunami que llegó 6 kilómetros tierra adentro.
De acuerdo con los datos del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), realizados en 2009 sobre el terremoto citado, existe la posibilidad de una repetición de eventos por encima de dicha magnitud. Se estima que pueden ocurrir en los años venideros. Su epicentro se calcula en las costas de México y Centroamérica, ya que estas se encuentran en la denominada Brecha de Guerrero. Dicha zona se caracteriza por la acumulación de gran cantidad de energía geológica.
No obstante, eventos sísmicos de magnitudes inferiores pueden también provocar gran destrucción. Durante 1985 y 2017, los mexicanos vieron con estupor cómo la capital del país se sumía en el caos a causa de dos terremoto de una intensidad menor al de 1787.
En cuanto al de 1985, ocurrió el 19 de septiembre de ese año a las 7:19 horas locales (13:19 GMT), con epicentro en el estado de Guerrero y una magnitud de 8.2 en la escala de Richter. Desde entonces, se creyó que nada igual se repetiría, pero, casualmente, volvió a suceder exactamente 32 años más tarde.
El del 2017 se registró a las 13.14 horas locales (18.30 GMT) con epicentro en los límites de los estados de Puebla y Morelos y dejó un saldo de 369 muertes en el centro del país.