Montevideo/Asunción, 5 nov (EFE).- La Justicia de Uruguay aprobó este viernes la extradición a Paraguay del banquero José Peirano Basso -detenido por Interpol en Montevideo- para ser juzgado por la quiebra del Banco Alemán Paraguayo, del Grupo Velox, y otorgó la preferencia a ese país ante un pedido de Argentina.
Sin embargo, la defensa del acusado apeló esta decisión, por lo que Peirano debe permanecer en prisión domiciliaria hasta concretarse una nueva instancia del proceso, según destacó la prensa local.
En ese sentido, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay reconoció el trabajo de la Justicia uruguaya ante la decisión de extradición a ese país.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores transmite su reconocimiento al trabajo coordinado y colaborativo desarrollado con el Poder Judicial y el Ministerio Público para la obtención de la preferencia otorgada por la Justicia uruguaya", indicó este organismo en un comunicado.
En junio de 2013 la Justicia uruguaya condenó a tres de los cuatro hermanos Peirano Basso a penas de entre 6 y 9 años de prisión por la quiebra del Banco de Montevideo en 2002, si bien no ingresaron en prisión porque ya pasaron allí de forma preventiva entre 2002 y 2007.
Esa condena estableció que los banqueros "llevaron a cabo actos dirigidos a ocultar o hacer desaparecer total o parcialmente el patrimonio" del Banco Montevideo, transfiriendo fondos a bancos de su propiedad en las Islas Caimán y Argentina, incrementando el riesgo de quiebra de la entidad "más allá de lo razonable".
Esta estafa bancaria, de unos 800 millones de dólares, desató una crisis de confianza en el sistema financiero de Uruguay en 2002, la peor en la historia del país.
Los banqueros fueron detenidos en agosto de 2002 junto con su padre Juan Peirano, quien falleció en la cárcel en 2003 mientras esperaba juicio, y su hermano mayor, Juan Peirano Basso, huyó a Estados Unidos, que lo extraditó a Uruguay en 2008 y está siendo juzgado por otro tribunal.
Los hermanos Peirano eran los directores y propietarios del 30 % de las acciones del Grupo Peirano, mientras que su padre poseía el 70 % restante.