La Paz, 5 nov (EFE).- El "sueño" del nadador francés paralímpico Théo Curin está a punto de hacerse realidad, él junto a Malia Metella y Matthieu Witvoet nadarán en las aguas del lago Titicaca, uno de los navegables más altos del mundo compartido con Perú, jalando su propio bote y llevando un mensaje sobre el medioambiente.
La idea de este desafío fue de Curin, de 20 años, quien desde niño sintió curiosidad de conocer el lago Titicaca por todas sus particularidades como su ubicación a 3.812 metros de altitud, las aguas frías y la importancia que tiene para las poblaciones de Bolivia y Perú que lo consideran sagrado.
"Justamente el hecho de que sea el lago navegable más alto, que sea frío, ha hecho que me dé más ganas de hacer este desafío", comentó a Efe Curin.
Es así que Curin, quien es nadador paralímpico ya que perdió sus extremidades por una meningitis de niño, se contactó con la experimentada francesa Malia Metella, cinco veces campeona de Europa en piscinas cortas y largas, y su compatriota Matthieu Witvoet, quien recorrió casi una veintena de países en bicicleta en 2017 descubriendo soluciones locales a los residuos plásticos.
Los tres decidieron unirse para cumplir con este reto que se denomina "Desafío Titicaca" en el que desde el próximo 10 de noviembre nadarán al menos 120 kilómetros desde la localidad de Copacabana en Bolivia hasta las Islas flotantes de Uros en Perú.
"Para mí nadar en aguas altas es un honor increíble porque al nadar se tiene una conexión especial con el lago, sientes esa vulnerabilidad que me hace sentir vivo, entonces son momentos especiales en mi vida", comentó a Efe Witvoet.
Es así que los tres franceses comenzaron sus entrenamientos hace 15 meses nadando en guas frías o con hielo, en piscinas jalando kilos de arena e incluso botes en lagos para entrenar "el cuerpo pero también la mente".
EL MENSAJE
La idea de los tres nadadores es que además de cumplir este gran desafío es expandir un mensaje "ecológico" para evitar la contaminación del Titicaca.
"El mensaje que queremos dar es que podemos cambiar las cosas y hacer que el lago sea limpio de nuevo", comentó Witvoet.
Para el equipo es muy importante no generar desechos en su travesía de al menos 10 días en el Titicaca por lo que filtrarán el agua del lago para tomarla y así evitar las botellas, utilizarán bolsas reutilizables para poner su comida y así ser coherentes con el mensaje que quieren difundir.
Los nadadores también generaron una alianza con la Organización No Gubernamental boliviana Agua Sustentable para que se puedan realizar talleres sobre el manejo de residuos sólidos y también para recoger la basura generada en la Isla del Sol y de la Luna en Bolivia.
La idea es que la travesía genere el menor impacto en el lago para preservarlo, es así que también ellos jalarán el bote que les acompañará durante toda la travesía.
Además ese barco luego de realizar la hazaña será utilizado por el Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD) para realizar estudios científicos y de investigación en el lago Titicaca.
EL BOTE
El barco que acompañará la travesía en autonomía de los tres nadadores se considera "el símbolo" de esta expedición ya que también lo construyeron de una forma sustentable utilizando partes de otros barcos y materiales que reciclaron que eran partes de un teatro francés, contó Witvoet.
El bote ha sido pensado para que los tres puedan vivir en el lugar, la idea es que dos de los nadadores jalen el barco mientras que uno esté encima.
Los tres entrenaron mucho tiempo para jalar el bote que pesa aproximadamente 400 kilos y que cuenta con colchones "ecoresponsables", la instalación de productos fotovoltaicos, entre otras especificaciones.