Antes de comenzar los playoffs en las Grandes Ligas de béisbol nadie daba a los Bravos de Atlanta como favoritos para ganar la Serie Mundial.
El equipo que avanzó a la postemporada con la menor cantidad de victoria de todos los clasificados, finalmente se llevó el trofeo en la etapa final contra todo pronóstico.
La Serie Mundial llegó a su fin y el béisbol cerró así con una fiesta de graduación luego de un tiempo para el olvido debido a la pandemia del coronavirus.
Casi todos los estadios en la temporada regular se vieron casi siempre a lleno luego de una campaña en la que los asientos en las gradas estaban ocupados por muñecos pintados.
Pero parece que todo eso quedó atrás, lo demostró el sexto partido de la Serie Mundial que los Bravos le ganaron el martes 7x0 a los Astros de Houston para llevarse las palmas. Una vez más David le ganó a Goliat.
Con jonrones del cubano Jorge Soler, Freddie Freeman y Dansby Swanson, los Bravos se proclamaron campeones de la Serie Mundial al cerrar con balance de 4-2.
Este fue el primer trofeo de los Bravos en una Serie Mundial desde 1995, cuando vencieron a los Indios de Cleveland.
Y fue también el cuarto título de los Bravos en Serie Mundial además de los logrados en 1957 cuando tenían su base en Milwaukee y en 1914 cuando Boston era su casa.
Por su parte, los Astros, que habían llegado a una Serie Mundial por tercera vez en cinco años, solamente se habían titulado en 2017. Ellos habían estado también en la Serie Mundial del 2005, cuando jugaban en la Liga Nacional y fueron vencidos por los Medias Blancas de Chicago.
- Pérdidas que hicieron crecer -
Los Bravos perdieron en gran parte de la temporada regular a dos astros, el dominicano Marcell Ozuna y al venezolano Ronald Acuña Jr., y su dirección buscó por todos los medios armar un rompecabezas para no tirar la toalla.
Adquirieron al cubano Soler, al boricua Eddie Rosario, Adam Duvall y Joc Pederson, todos con destaques importantes después en los playoffs.
Rosario fue el MVP de la Serie de Campeonato en la Liga Nacional, cuando eliminaron a los entonces campeones defensores Dodgers de Los Angeles, y el cubano Soler el MVP de la Serie Mundial.
Soler se convirtió en el segundo cubano en lograrlo. El otro fue ex lanzador Liván Hernández en 1997 con los entonces Marlins de la Florida.
"Muy emocionado y feliz en ser el segundo cubano MVP en la Serie Mundial", señaló Soler, quien despachó tres bambinazos con seis impulsadas, dos de los cuadrangulares para darle el triunfo al equipo.
La Serie cerró así una etapa que nadie quiere recordar por la pandemia. Una temporada recortada en el 2020 a 60 partidos, con una sede única neutral (Arlington), que vio jugar a dos equipos (Dodgers y Rays) que no eran los suyos.
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