Los sudafricanos votaban este lunes en una elecciones municipales que implican un alto riego para el Congreso Nacional Africano (ANC), el partido fundado por Nelson Mandela, en el poder desde el fin del apartheid, que podría quedar por primera vez por debajo del 50% de los votos.
Sin embargo, el actual presidente sudafricano Cyril Ramaphosa, que se acercó a votar a un centro en su barrio natal de Soweto, predijo una "victoria aplastante" del ANC, en esta elección clave de cara a las generales de 2024.
Desde hace años, el Congreso Nacional Africano, que dirige Sudáfrica desde el fin del apartheid hace 27 años, está en declive.
Varios líderes, y ante todo el expresidente Jacob Zuma, están acusados de saquear las arcas del país y están en serios problemas con la justicia, mientras que el desempleo alcanza récords de más del 30% en una economía que estaba en recesión incluso antes de la crisis del covid-19.
"Los líderes del ANC no han cumplido sus compromisos, están haciendo muchas promesas vacías", asegura Samuel Mahlaule, de 55 años, en una fila de apenas 20 personas frente a un colegio electoral en Soweto.
El mismo deseo de otra cosa se puede ver también en Danville, un suburbio de la capital, Pretoria, dominado por una clase media blanca. "Estoy votando para que haya un cambio en el país, una vida mejor para todos", dijo a la AFP Charmaine Barnard, de 57 años.
En julio, el país experimentó una ola de disturbios y saqueos que dejaron más de 350 muertos, inicialmente provocados por el encarcelamiento de Zuma, pero también fueron señal de un clima social y económico tenso.
El ejército se desplegó en los centros urbanos para las elecciones, se llamó a unos 10.000 solados para reforzar la policía en las provincias de Gauteng, donde se encuentran Johannesburgo y Pretoria, y de KwaZulu-Natal (este), donde comenzaron los disturbios de julio y donde fueron más virulentos.
En la jornada de elección, vecinos de Umzinto, en el KwaZulu-Natal, cavaron una trinchera bloqueando el acceso a un centro de votación como forma de protesta contra el candidato local del ANC, constató un fotógrafo de la AFP. El centro no llegó a abrir y la policía detuvo a una docena de personas.
El expresidente Zuma, en libertad condicional desde septiembre por razones médicas, acudió a votar en Nkandla, en la zona zulú, entre celebraciones de los presentes.
- Agua, electricidad -
Años de mala gestión y corrupción generalizada han dejado abandonados muchos servicios públicos en Sudáfrica, donde los cortes de energía y el suministro de agua van en aumento, hasta el punto de afectar incluso la campaña electoral.
Y aunque la población en edad de votar es de 40 millones, sólo 26,2 millones de sudafricanos están registrados en el padrón electoral.
Además, las encuestas sugieren que una mayoría de los votantes podría alejarse del ANC por primera vez.
"Es posible que estemos en un punto de inflexión para el ANC y en un punto de inflexión para Sudáfrica", dijo el presidente del grupo de expertos de Democracy Works, William Gumede.
A lo largo de la campaña, el presidente Cyril Ramaphosa, también jefe del ANC, ha insistido a los votantes en la idea de "limpiar el partido" y ha hecho de la lucha contra la corrupción un caballo de batalla.
Durante las elecciones municipales de 2016, el ANC registró su peor resultado (54%) y perdió ciudades clave como Pretoria y Johannesburgo.
Del otro lado, la oposición sigue dividida. La Alianza Democrática (DA), todavía percibido como un partido de blancos, y la izquierda radical de los Luchadores por la Libertad Económica (Economic Freedom Fighters -EFF) que habían logrado componer improbables coaliciones en algunos municipios hace cinco años, se presentarán esta vez en orden disperso.
Los votantes también tendrán la opción de elegir entre un número sin precedentes de candidatos independientes, 1.700 de 60.000, que podrían interferir en el escrutinio, donde el ANC está poniéndose en juego antes de las elecciones generales de 2024.
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