CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Los actores mexicanos Mónica del Carmen y Raúl Briones pasaron meses preparándose y estudiando en academias de policía para interpretar a oficiales patrullando calles, montando guardias y ayudando a civiles junto a agentes reales en “Una película de policías”, un filme que mezcla documental y ficción.
En un país con altos niveles de delincuencia y corrupción, además de una policía con bajos sueldos, resulta difícil pensar que un par de actores decidan lanzarse a estudiar y ejercer el oficio, pero ambos aceptaron sumarse al proyecto del cineasta Alonso Ruizpalacios sin dudarlo.
“Hay una confianza casi ciega porque sabes que es un director comprometido”, dijo Del Carmen en una entrevista reciente por videollamada .
“Una película de policías” se estrenó el jueves en el Festival Internacional de Cine de Morelia, donde forma parte de la competencia de largometraje mexicano, y el 5 de noviembre llegará a Netflix.
Ruizpalacios es conocido por filmes que incluyen “Museo” (2018) y “Güeros” (2014), esta última ganadora del premio a la mejor ópera prima o segundo largometraje en Morelia. Por su parte, Briones y Del Carmen habían actuado juntos en la película “Asfixia” y en la obra de teatro “Safari en Tepito”.
La policía en México suele ser considerada poco profesional, aunque en algunos lugares como la capital ha habido mejoras. Durante años, ha sido una contante que las autoridades de seguridad de mayor rango disuelvan cuerpos de policías municipales por sus conexiones con el crimen organizado. En uno de los casos recientes más graves, se descubrió que la policía estuvo involucrada en la desaparición de los 43 estudiantes de la escuela Normal de Ayotzinapa, en el estado de Guerrero, en septiembre de 2014.
Pero aunque las policías locales siempre se consideran las más infiltradas y peor preparadas, las denuncias por corrupción, abusos y vínculos con la delincuencia han afectado también a policías estatales y hasta a la extinta Policía Federal, que fue disuelta por el presidente Andrés Manuel López Obrador precisamente por este motivo y cuyos agentes fueron integrados a la Guardia Nacional.
Con este nuevo proyecto que muesta a los policías desde su preparación, en su rutina de trabajo y en su vida personal, incluyendo sus romances, Briones, que al igual que muchos mexicanos solía ver con recelo a los oficiales, cambió bastante su manera de pensar.
“Definitivamente este viaje ha sido un proceso de transformación y de humanización de una de las corporaciones más controversiales”, dijo Briones. “Sobre todo el foco ahora está puesto en los distintos privilegios que he ido adquiriendo a lo largo de mi vida y cómo estos privilegios han ido marcando distancia no solamente en un grupo como la policía, sino en grupos vulnerados”.
Briones, que interpreta al oficial Montoya, monta guardia durante la marcha del orgullo gay cuando personas ebrias lo hostigan y, gracias a un micrófono oculto, escuchamos cómo le hablan de forma despectiva por el simple hecho de ser policía. Para el actor, es un regalo de “las diosas del documental donde la realidad se impone a la ficción”.
“Me gusta mucho ese tipo de retos de estar en presente absoluto en este tipo de proyectos”, dijo.
La realidad también supera a la ficción cuando unas hermanas menores de edad, incluyendo una adolescente de 13 años que era prostituida y maltratada por sus padres, son rescatadas por policías mujeres, incluyendo a Del Carmen, quien en el papel de la policía Teresa se esforzó para mantener la fuerza y la compostura en medio de una situación tan intensa.
“Creo que es algo muy importante para la película este momento porque desmenuza las situaciones que se viven día a día dentro de la policía”, dijo la actriz. “Para descifrar un poco también lo que tiene que hacer la policía y también mostrar al público que sí tiene mucha sensibilidad, al menos las mujeres policías con las que me tocó trabajar, es tremendo cómo hacen su labor”.
“No puedo dejar pasar el sentimiento, es algo que todavía veo la película y me toca muchísimo”, agregó.
Como Teresa, cuenta en la película que la gran mayoría de las mujeres policías son madres solteras.
“Siento que ser una mujer policía conlleva todavía más complejidades que ser un policía hombre por todas estas cuestiones patriarcales que pesan sobre las mujeres”, dijo Del Carmen.
El entrenamiento de Briones y Del Carmen incluyó uso de armas de fuego y duras pruebas físicas. Estudiaron en más de una escuela de policías, incluyendo una academia en el Estado de México, uno de los más inseguros del país, y encontraron que las fuerzas policiales tienen escasez de candidatos, por lo que suelen graduar rápidamente a oficiales tras pocos meses de preparación para desempeñarse el oficio.
“Es muy confrontante ver que para ser policía no necesitas tanto tiempo aparentemente. La carrera como actor dura cuatro años, por ejemplo, y el quinto es gratis porque es de pruebas y funciones”, dijo Briones, quien aclaró que pudieron entrar fácilmente a las academias porque había un acuerdo con los directores para que no tuvieran que hacer todos los filtros de seguridad.
“Pero realmente tampoco es que sea tan difícil... En YouTube puedes encontrar las respuestas correctas a los cuestionamientos psicológicos de control y confianza o cómo hacer los dibujos que te piden para tu perfil psicológico”, señaló.
En algún momento, Montoya dice que ser policía es como interpretar un papel pero la realidad, algo que resonó con Briones: “Los actores fingen dentro de la fantasía”, dijo el actor.
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El periodista de AP Christopher Sherman en la Ciudad de México, contribuyó a este despacho.