PARÍS (AP) — Un aumento en los precios del trigo tiene preocupados a los franceses, ya que temen un posible aumento en el costo de la apreciada baguette, que muchos consideran un barómetro de la estabilidad económica del país.
Muchas panaderías en Francia advierten a sus clientes con letreros que el largo y crujiente alimento básico podría subir de 3 a 5 céntimos de euro (4 a 6 centavos de dólar) desde su precio promedio de unos 89 céntimos (poco más de 1 dólar).
“Aunque podría no parecer mucho, es un enorme aumento. La baguette es preciada. Sólo ha subido 23 céntimos en los últimos 20 años”, dijo Dominique Anract, presidenta de la Confederación Francesa de Panaderías y Pastelerías.
La crisis de la industria panadera está vinculada a un aumento en septiembre a nivel mundial del 30% en el precio del trigo, después de cosechas deficientes en Rusia, dijo Anract. También contribuye el aumento en los precios de los energéticos que vuelve más costoso operar hornos, indican Anract y otros expertos, esto sumado a que los comercios y consumidores a nivel mundial ya están resintiendo los precios más elevados debido a los problemas en la cadena de suministro y las restricciones laborales.
Los precios de los energéticos también afectan la cadena alimentaria italiana, con pronósticos de que aumentará el costo del secado de granos. Eso podría eventualmente aumentar el precio del pan y la pasta en los supermercados, pero los pasillos de carnes y lácteos son incluso más vulnerables ya que sus productores se ven obligados a pagar más por los granos con los que alimentan a sus animales y trasladan ese costo a los clientes.
Los 67 millones de habitantes de Francia son consumidores voraces de la baguette. El “Observatorio del Pan” —un respetable instituto francés que sigue de cerca las fortunas de la popular barra de 65 centímetros (26 pulgadas) — señala que los franceses comen 320 baguettes cada segundo. Eso representa un promedio de media baguette por persona al día y 10.000 millones cada año.