Por David Stanway
SHANGHÁI, 26 oct (Reuters) - Los líderes de la mayoría de los principales emisores de gases de efecto invernadero del mundo se reunirán en Glasgow a partir del domingo, con el objetivo de discutir planes y fondos para inclinar el planeta hacia la energía limpia. Pero el hombre que dirige el mayor emisor de todos ellos probablemente no estará presente.
La esperada ausencia del presidente chino, Xi Jinping, en la cumbre de Escocia podría indicar que el mayor productor de CO2 del mundo ya ha decidido que no tiene más concesiones que ofrecer en la cumbre del clima de la ONU, la COP26, después de haber firmado tres grandes compromisos medioambientales desde el año pasado, dijeron varios observadores de la negociación climática.
En su lugar, es probable que China esté representada por el viceministro de Medio Ambiente, Zhao Yingmin, junto con el veterano Xie Zhenhua, que volvió a ser nombrado enviado principal del país en materia de clima a principios de este año, tras un paréntesis de tres años.
"Una cosa está clara", dijo Li Shuo, asesor principal sobre el clima de Greenpeace en Pekín. "La COP26 necesita un alto nivel de compromiso tanto de China como de otros emisores".
El jefe de la tercera fuente mundial de emisiones que calientan el clima, el primer ministro indio Narendra Modi, se ha comprometido a asistir a la COP26, que se celebrará del 31 de octubre al 12 de noviembre. Al igual que otros líderes, se verá presionado por los organizadores de la cumbre para que se comprometa a reducir más rápidamente sus emisiones y fije una fecha límite para alcanzar la neutralidad de emisiones de carbono, un objetivo que Xi fijó para 2060 en una medida sorprendente adoptada el año pasado.
Sin embargo, China no está dispuesta a ceder a la presión internacional para lograr objetivos más ambiciosos, según un consultor medioambiental, sobre todo porque tiene que lidiar con una desestabilizadora crisis de suministro energético en su propio país. Pekín "ya está al límite", dijo el consultor, que habló bajo condición de anonimato por lo delicado del asunto.
Aunque no ha habido ningún anuncio oficial, analistas y fuentes diplomáticas dijeron que pocos esperaban que Xi asista en persona a la COP26. Ya ha faltado a varias cumbres mundiales de alto perfil desde que comenzó el brote de COVID-19 a finales de 2019, y no se personó en la Conferencia Global de Biodiversidad celebrada en la ciudad china de Kunming a principios de este mes.
También dijeron que es poco probable que Xi asista en persona — una aparición virtual por vídeo sigue siendo una posibilidad— a una reunión que tiene pocas perspectivas de lograr algún avance significativo, especialmente después de que China haya rechazado los intentos de Estados Unidos de tratar el clima como un tema "independiente" que podría separarse de las disputas diplomáticas más amplias entre las dos potencias.
En lugar de hacer más concesiones, la principal prioridad de China e India es asegurar un sólido acuerdo de financiación que permita a los países más ricos cumplir sus compromisos del Acuerdo de París de aportar 100.000 millones de dólares al año para ayudar a pagar la transición climática y transferir tecnología limpia a sus pares en vías de desarrollo. Xi sí asistió en persona a la cumbre de París de 2015.
PRIORIDADES NACIONALES
Aunque Xi no ha viajado fuera de China desde antes de la pandemia, ha hecho tres importantes anuncios sobre el clima en la escena internacional.
Su inesperado compromiso de alcanzar las cero emisiones se produjo en un discurso por vídeo ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU) en septiembre de 2020. Ese anuncio animó a las empresas, a los sectores industriales e incluso a otros países a responder con sus propios planes de cero emisiones.
Xi también dijo en un mensaje a la Cumbre de Líderes sobre el Clima liderada por Estados Unidos en abril que China empezará a reducir su consumo de carbón para 2026. Y aprovechó la Asamblea General de las Naciones Unidas de este año para anunciar el inminente fin de la financiación del carbón en el extranjero, uno de los principales puntos de debate.
Al igual que India, China ha recibido presiones para que aumente la ambición de la actualización de sus "contribuciones determinadas a nivel nacional" (NDC, por sus siglas en inglés) sobre el cambio climático que se anunciará antes de la cumbre de Glasgow.
Sin embargo, se espera que la actualización se centre en la aplicación de los objetivos ya anunciados, en lugar de hacerlos más ambiciosos.
China ha subrayado en repetidas ocasiones que sus políticas climáticas están diseñadas para servir a sus propias prioridades nacionales, y que no se llevarán a cabo a expensas de la seguridad nacional y el bienestar público del país.
Ma Jun, director del Instituto de Asuntos Públicos y Medioambientales, una organización no gubernamental con sede en Pekín que vigila la contaminación de las empresas y las emisiones de gases de efecto invernadero, dijo que China ya tiene suficientes retos climáticos que afrontar y que tiene poco margen de maniobra para ir más allá en Glasgow.
"Con todos los vientos en contra y todas las promesas que se han hecho, es importante hacer balance y consolidar", dijo.
"No basta con poner estos (compromisos) sobre el papel", añadió. "Tenemos que traducirlos en acciones sólidas".
(Información de David Stanway; información adicional de Neha Arora en Nueva Delhi; edición de Kenneth Maxwell; traducción de Darío Fernández)