La Organización Internacional de la Viña y del Vino (OIV) trasladará su sede de París a Dijon, en la región vitícola francesa de Borgoña, tras una votación de sus 48 Estados miembros.
"Es un día histórico", declaró el presidente de la OIV, el italiano Luigi Moio, poco después de que la asamblea general extraordinaria tomase esa decisión, respaldada por 44 de sus 48 adherentes.
Elegida en julio, Dijon competía con Burdeos (suroeste de Francia) y Reims, en la región de Champaña (noreste de Francia) para albergar la sede de ese organismo intergubernamental, que tiene competencias científicas y técnicas, y que actualmente está radicado en París.
El traslado se decidió por razones de espacio.
La OIV se ubicará en el palacete de Esterno, que será reformado y tendrá "más del triple de la superficie" que tiene la actual sede parisina.
Moio insistió en las posibles "sinergias" que podrían surgir entre la OIV, que engloba una red de 1.000 expertos del vino y la viña, y los diferentes organismos similares presentes en Dijon, como la cátedra Unesco "Cultura y tradiciones del vino" y el Instituto Universitario de la Viña y del Vino.
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