ANKARA (AP) — El Ministerio turco de Exteriores convocó el martes a los los embajadores de Estados Unidos y otros nueve países, en protesta por un comunicado en el que pedían la liberación del filántropo y activista de derechos civiles Osman Kavala, en línea con una decisión de la Corte Europea de Derechos Humanos.
El comunicado enojó a funcionarios del gobierno, que acusaron a esos países de entrometerse en la justicia turca.
Kavala, de 64 años, lleva cuatro años en prisión acusado de intentar derrocar al gobierno turco por medio de las manifestaciones nacionales de 2013, iniciadas en el Parque Gezi de Estambul. También se le acusa de espionaje e intento de derrocar al gobierno en relación con un golpe militar fallido en 2016.
La Corte Europea de Derechos Humanos falló a favor de liberar a Kavala en diciembre de 2019, pero las autoridades turcas han ignorado la decisión.
Las embajadas de Estados Unidos, Canadá, Francia, Finlandia, Dinamarca, Alemania, Holanda, Nueva Zelanda, Noruega y Suecia afirmaron el lunes en un comunicado que las demoras en el juicio de Kavala, la fusión de casos independientes y la apertura de un nuevo caso pese a una absolución previa “arrojan una sombra sobre el respeto por la democracia, el estado de Derecho y la transparencia”.
“Dados los fallos de la Corte Europea de Derechos Humanos sobre la cuestión, pedimos a Turquía que garantice su liberación urgente”, indicó el comunicado, compartido el lunes por la cuenta de Twitter de la embajada estadounidense.
Las autoridades turcas pidieron a las embajadas que respetaran la “independencia de las cortes turcas”.
“Los embajadores de algunos países, que están obligados a mostrar lealtad a la independencia de los países donde sirven (...), han sobrepasado sus límites y pedido que (los políticos) interfieran con la justicia”, dijo el vicepresidente, Fuat Oktay.
El Consejo de Europa, de 47 miembros y al que pertenece Turquía, dijo el mes pasado que iniciaría un proceso sancionador contra Turquía a menos que Kavala fuera liberado antes de su próxima reunión del comité de ministros en noviembre. El proceso sancionador podría suponer medidas punitiva contra Turquía, como su posible suspensión de la organización, que fomenta la democracia y los derechos humanos.
Kavala es conocido por su apoyo a las artes y financiar proyectos en defensa de la diversidad cultural y los derechos de minorías. El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, le ha acusado de ser la “pierna turca” del multimillonario filántropo estadounidense George Soros, al que Erdogan acusa de estar detrás de insurrecciones en muchos países.
Si es condenado, el filántropo afronta una pena de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. El empresario ha rechazado todos los cargos en su contra, mientras que grupos de derechos humanos han afirmado que el caso tiene motivaciones políticas.