Primer ministro japonés hace ofrenda a polémico santuario

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TOKIO (AP) — El nuevo primer ministro japonés Fumio Kishida donó ofrendas rituales el domingo a un santuario en Tokio considerado por chinos y coreanos como símbolo del belicismo japonés, aunque no fue en persona al lugar.

Kishida donó “masakaki”, es decir unos ornamentos religiosos con motivo del festival otoñal del Templo Yasukuni. Es la primera ceremonia ritual en que participa Kishida desde que asumió el cargo el 4 de octubre.

Víctimas de la agresión japonesa durante la primera mitad del siglo XX, especialmente los chinos y los coreanos, consideran el santuario un símbolo del militarismo japonés ya que, entre los 2,5 millones de caídos en combate, honra también a militares japoneses convictos de crímenes de guerra.

Hay quienes opinan que dichas manifestaciones reflejan una falta de remordimiento por las atrocidades bélicas cometidas por Japón.

Kishida estaba visitando zonas del norte del país afectadas en el tsunami del 2011, manteniéndose lejos del santuario.

Su predecesor, Yoshihide Suga, también se limitó a hacer ofrendas al lugar desde lejos, en su mandato de un año. Renunció en septiembre y el domingo fue al lugar, vestido con un traje formal.

Suga declaró a reporteros que visitó el lugar como exmandatario “para ofrecer mis respetos a las almas sagradas de quienes sacrificaron sus vidas por el país y para rezar que sus almas descansen en paz”.

En 2013, luego que el entonces primer ministro Shinzo Abe visitó el templo, China y las dos Coreas reaccionaron furiosas. Desde entonces, los mandatarios japoneses se han abstenido de ir en persona al santuario.

Muchos surcoreanos albergan intenso rencor contra Japón por la ocupación entre 1910-1945. Las relaciones entre los dos países se han tensado en años recientes en medio de disputas por pagos de compensación a trabajadores esclavos y a mujeres usadas como esclavas sexuales durante la ocupación japonesa.

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