VARSOVIA (AP) — El primer ministro de Polonia negó el lunes que su gobierno pretenda retirar al país de la Unión Europea, calificando dichas acusaciones de “mito perjudicial”.
Mateusz Morawiecki hizo sus declaraciones en respuesta a las protestas masivas que se registraron el domingo en todo el país contra la política gubernamental que, de acuerdo con los detractores, podría costarle a Polonia su membresía de la UE.
Los movimientos fueron convocados luego que el Tribunal Constitucional de Polonia falló la semana pasada que la constitución nacional tiene prioridad antes de las leyes de la UE. El caso fue instigado por Morawiecki, quien había expresado dudas sobre la primacía de las leyes continentales.
Sin embargo, Morawiecki tuiteó el lunes que los reportes sobre el “Polexit” son “noticas falsas” y aseguró que todas las obligaciones de Polonia respecto a la ley de la UE “siguen en vigor”.
La “Unión es una Comunidad demasiado seria como para ser llevada al terreno de los cuentos de hadas”, tuiteó Morawiecki. “Es un lugar de beneficios mutuos, pero también de retos reales para todas las naciones de la Unión”.
El gobierno polaco de derecha ha chocado repetidamente con la UE sobre sus políticas, principalmente en el sector de justicia, e insiste en que el bloque de 27 miembros necesita hacer ajustes.
El líder del influyente Episcopado Católico de Polonia que respalda al gobierno, el arzobispo Stanislaw Gadecki, dijo a Radio Vaticano en Roma que “todos queremos permanecer en Europa” y que “ninguna persona en su sano juicio querría salir” de la Unión Europea.
Organizadores y las autoridades de Varsovia estiman que unas 100.000 personas participaron en la marcha del domingo. Protestas similares estallaron en muchas otras ciudades de Polonia.
La policía de la Varsovia informó que durante las protestas fueron arrestadas cuatro personas, entre ellas un sobrino del primer ministro que denunció que un policía le pateó en la cabeza cuando estaba en el piso siendo detenido.
La concentración buscaba expresar apoyo a la Unión Europea, tras un dictamen judicial según el cual en algunos casos las leyes nacionales de Polonia tienen precedencia a las del bloque continental.
El portavoz policial Sylwester Marczak confirmó la detención temporal de Franek Broda, pero no mencionó la denuncia de maltratos. Broda, de 18 años, es crítico del gobierno y activista por los derechos LGBT.
Un par de docenas de personas fueron multadas por encender bengalas u obstruir el tráfico en la marcha, que se dirigió a la sede del partido de gobierno Ley y Justicia, de tendencia nacionalista-derechista.
Detractores y partidos de la oposición señalan que el fallo del Tribunal Constitucional, en el que muchos jueces son leales al gobierno, puede ser considerado un rechazo a los valores de la Unión Europea y podría llevar a Polonia a ser expulsado del bloque de 27 miembros.
El gobierno de Polonia ha estado enfrascado en una pugna con el bloque continental debido a sus intentos de controlar más a los jueces y tribunales del país. La UE considera las reformas buscadas por el gobierno de Varsovia como un atentado contra el equilibrio de poderes dentro de una democracia.
La membresía en la Unión Europea es una idea sumamente popular en Polonia, debido a los beneficios que ha traído, como la libertad de viajar por el continente y la prosperidad económica, en un país que soportó décadas de régimen comunista hasta 1989.
En marzo, Morawiecki pidió al Tribunal Constitucional debatir el asunto de cuáles leyes vienen primero, luego que el Tribunal Europeo de Justicia declaró que las reformas judiciales emprendidas por el gobierno polaco podrían ser violatorias a los principios de la UE. El Tribunal Europeo ordenó que el gobierno polaco de derecha suspenda las reformas, algo que no se ha hecho.