WASHINGTON (AP) — La directora gerente del Fondo Monetario Internacional se reunió el miércoles con la junta ejecutiva de ese organismo, la cual investiga una presunta manipulación de datos en el Banco Mundial, otra institución crediticia global de la que ella fue directora general.
El FMI indaga las afirmaciones de que empleados del BM fueron presionados en 2018 para que alteraran datos que afectaban la clasificación que esa institución realiza sobre el ambiente para los negocios en China y otras naciones.
La junta del FMI escuchó a Kristalina Georgieva, quien rechazó haber incurrido en alguna irregularidad en el asunto. Georgieva fue directora general del BM de enero de 2017 a septiembre de 2019, antes de asumir la dirección del FMI en octubre de ese año.
En un comunicado, el FMI dijo que la reunión formó parte de la revisión en curso que realiza la junta sobre el incidente. La junta dijo que se reunió el lunes con abogados de WilmerHale, el despacho jurídico que efectuó la investigación.
“La junta ejecutiva continúa comprometida con una revisión exhaustiva y oportuna y confía en reunirse de nuevo pronto para ulteriores deliberaciones”, señaló el FMI.
Debido a la pesquisa del despacho jurídico, el Banco Mundial canceló su informe anual “Doing Business” (Haciendo negocios). El informe evaluaba las cargas fiscales, obstáculos burocráticos, sistemas regulatorios y otras condiciones de negocios de un país. Los gobiernos utilizaban esa clasificación para atraer inversiones.
El despacho jurídico encontró en su pesquisa que, como parte de la preparación del informe de 2018, Georgieva presionó a economistas del banco para que mejoraran la clasificación de China en una época en que ella y otros ejecutivos intentaban persuadir a Beijing para que apoyara un aumento en la financiación del BM.
El incidente ha generado exhortaciones para que Georgieva renuncie al máximo cargo del FMI. También ha servido para subrayar las añejas críticas de que China tiene demasiada influencia en las instituciones financieras globales.
Georgieva ha rechazado haber cometido alguna irregularidad. “Déjenme ser clara. Las conclusiones están equivocadas. No presioné a nadie para que alterara informe alguno”, señaló el mes pasado.
La controversia tiene lugar en un momento en que el FMI de 190 naciones y el Banco Mundial se disponen a efectuar sus reuniones anuales en forma virtual la semana entrante.