Google recurrió este lunes ante la justicia de la Unión Europea una multa récord impuesta por el bloque por prácticas monopolísticas de su sistema operativo Android instalado en dispositivos móviles.
La multa de 4.300 millones de euros (unos 5.000 millones de dólares), decidida por la Comisión Europea en 2018, es la mayor impuesta hasta ahora al gigante estadounidense de internet.
El recurso de Google ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) es un test para la comisaria europea de competencia, Margerthe Vestager, que perdió en apelación ante Apple en un caso relacionado con impuestos en Irlanda.
Google argumenta que las acusaciones de la UE sobre su sistema operativo son infundadas y rechaza las acusaciones de bloquear a sus rivales en sus aplicaciones de búsqueda y mapas instaladas en los teléfonos Android.
"Android es en realidad una historia de éxito excepcional del poder de la competencia en acción", dijo la abogada de Google, Meredith Pickford, a un panel de cinco jueces.
Además, la empresa sostiene que el caso de la UE es injusto porque no tiene en cuenta que su competidor Apple impone o da clara preferencia a sus propios servicios, como el navegador Safari, en los iPhones.
- "Momento crítico" -
"Explicaremos que (...) la comisión cerró los ojos a la verdadera dinámica competitiva de esta industria, la que existe entre Apple y Android", argumentó Pickford.
También dijo que la descarga de aplicaciones de la competencia es muy fácil y que los clientes no están en absoluto atados a los productos de Google en Android.
La UE y sus partidarios sostienen que Google utilizó contratos con fabricantes de smartphones en los primeros tiempos de Android para eliminar a sus rivales.
Esto se hizo "en un momento crítico del desarrollo de la informática móvil, cuando el mercado aún era contestable", dijo Thomas Vinje, un abogado que representa a FairSearch, cuya denuncia original lanzó el caso en 2015.
El caso de Android fue el tercero de los tres grandes casos presentados contra Google por Vestager, los primeros a nivel mundial en enfrentarse directamente al gigante de Silicon Valley.
Desde entonces, los reguladores mundiales han seguido su ejemplo y Google se enfrenta a un aluvión de casos en Estados Unidos y Asia basados en acusaciones similares.
Sin embargo, una victoria de Google en los tribunales podría resultar pírrica.
Bruselas está elaborando una nueva legislación para regular más estrechamente a las grandes empresas tecnológicas, frustrada por el tiempo que se tarda en tramitar los casos de competencia.
La nueva ley, conocida como la Ley de Mercados Digitales, establecería una normativa sobre lo que deben y no deben hacer las grandes empresas tecnológicas como Google y Facebook.
El texto podría incluir prohibiciones o límites específicos para que estas empresas promocionen sus propios servicios en las plataformas.
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