La tensión aumentó este domingo entre Kosovo y Serbia, que elevó el nivel de alerta de su ejército en la frontera, tras acusar a su vecino de "provocaciones" por el reciente despliegue de sus fuerzas especiales cerca de dos pasos fronterizos.
Las fuerzas especiales de la policía kosovar (ROSU) se desplegaron el lunes cerca de dos puestos fronterizos en el norte de Kosovo, Jarinje y Brnjakun, una zona poblada principalmente por serbios que rechazan la autoridad del gobierno kosovar.
Este despliegue, que enfureció a los serbios, se produjo después de que el gobierno de Kosovo decidiera prohibir la entrada en su territorio de vehículos con matrículas serbias, una "medida de reciprocidad", según Pristina.
Desde entonces, cientos de serbios protestan contra la decisión y bloquean el tráfico con camiones en las carreteras que conducen a dos puestos fronterizos.
"Después de las provocaciones de las unidades de la ROSU (...) el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ha ordenado que se eleve la alerta de una parte de las unidades del ejército serbio y de la policía", señala un comunicado del ministerio de Defensa serbio.
Aviones de combate serbios sobrevolaron de nuevo la zona fronteriza a últimas horas del domingo por la mañana, constató una corresponsal de la AFP en el lugar. Ya lo hicieron el sábado.
"Queremos que Pristina retire sus fuerzas y anule la decisión sobre las placas de matrículas. Nadie quiere un conflicto y espero que no lo haya", aseguró a la AFP un manifestante de 45 años que se presentó como Ljubo y acampó en el puesto fronterizo de Jarinje.
- "Provocación inaceptable" -
El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, pidió a Serbia y Kosovo allanar las tensiones "retirando inmediatamente las unidades especiales de la policía y desmantelando las barricadas de las carreteras".
"Cualquier nueva provocación o acción unilateral y no coordinada será inaceptable", dijo en un comunicado.
"Es crucial que Belgrado y Pristina muestren moderación y reanuden el diálogo", bajo la égida de Bruselas, tuiteó por su parte el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien mantuvo una conversación telefónica con el presidente serbio y el primer ministro kosovar, Albin Kurti.
En esta entrevista, el jefe de Estado serbio lamentó la falta de reacción de la comunidad internacional ante "la ocupación total desde hace más de una semana del norte de Kosovo con vehículos blindados de Pristina".
"Y, de repente, todos se preocupan cuando vemos helicópteros y aviones serbios sobre el centro de Serbia", declaró Vucic, citado en un comunicado.
"Serbia siempre se comportará de manera responsable y seria", agregó.
El primer ministro kosovar acusó el sábado a Serbia de querer "provocar un grave conflicto internacional".
- "El ejército está listo" -
El ministro de Defensa serbio, Nebojsa Stefanovic, visitó el domingo por la mañana las tropas en alerta en dos bases militares, una de ellas a pocos kilómetros de la frontera, y "grupos tácticos" desplegados "en dirección hacia el paso administrativo de Jarinje", según el comunicado.
Los cruces fronterizos entre Serbia y Kosovo, un territorio de 1,8 millones de habitantes poblado principalmente por albaneses, están designados como "pasos administrativos" por Belgrado, que no reconoce la independencia que su antigua provincia proclamó en 2008.
"El ejército está listo para responder en cualquier momento a cualquier desafío. Protegeremos al pueblo serbio", afirmó a la prensa el ministro Stefanovic.
Durante su visita a las tropas, el ministro Stefanovic estuvo acompañado por el jefe de las Fuerzas Armadas, el general Milan Mojsilovic, y el embajador ruso en Belgrado, Alexander Botsan-Kharshenko, precisa el comunicado.
Rusia tampoco reconoce la independencia de Kosovo, a diferencia de la mayoría de los países occidentales, como Estados Unidos.
Por su parte, Albania, miembro de la OTAN, se mostró "preocupada por la escalada de la situación" y pidió a Belgrado que "retire las fuerzas armadas desplegadas en la frontera con Kosovo".
"Debido a los hechos en el norte del país", la presidenta de Kosovo, Vjosa Osmani, interrumpió el sábado su visita en Nueva York, donde asistía a la Asamblea General de la ONU, informó su gabinete.
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