Después de que una investigación descubriera que había usado su alto cargo en el Banco Mundial para manipular datos a favor de China, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, emitió este viernes un comunicado en el que nuevamente niega cualquier mala conducta y rechaza el informe.
"Permítanme ser clara: las conclusiones están equivocadas. No presioné a nadie para que modificara ningún informe. No hubo absolutamente ningún quid pro quo relacionado con la financiación del Banco Mundial", escribió Georgieva en un comunicado.
Una investigación independiente publicada la semana pasada encontró que durante su tiempo como directora ejecutiva del Banco Mundial, Georgieva estuvo entre los principales funcionarios que presionaron al personal para cambiar datos en beneficio de China, en la edición de 2018 de "Doing Business", el informe estrella del banco.
Desde entonces, el banco rechazó el informe, mientras que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos calificó los hallazgos como "serios".
En un comunicado emitido a través de la firma estadounidense de comunicaciones estratégicas SKDK, en lugar de hacerlo a través del FMI, Georgieva, quien asumió la dirección del organismo en 2019, prometió cambios en su estilo de gestión.
"Por mucho que me haya esforzado por ser abierta e inclusiva, lamenté mucho saber que algunos miembros del personal sintieron que sus preocupaciones no fueron escuchadas. En el futuro, me aseguraré de estar aún más atenta a las opiniones del personal", escribió.
La investigación de un bufete de abogados externo encontró que Georgieva, junto con su asociado Simeon Djankov, exministro de finanzas búlgaro que creó el informe, y Jim Yong Kim, entonces presidente del banco, habría presionado al personal para cambiar el cálculo de la clasificación de China y así evitar el malestar de Pekín.
El hostigamiento se habría producido mientras el liderazgo del banco estaba en negociaciones con Pekín sobre el aumento del capital crediticio del banco.
El premio Nobel Paul Romer, quien fue economista jefe del Banco Mundial durante su tiempo allí y que luego renunció por preocupaciones relacionadas con las clasificaciones de "Doing Business", dijo a la AFP que "el tipo de intimidación que describe este informe era real" y dijo que Georgieva organizó un "encubrimiento" a las críticas que él hizo.
Shanta Devarajan, antiguo economista jefe del Banco Mundial, defendió a Georgieva y escribió en Twitter que especificó que los datos de China deberían verificarse sin comprometer la integridad de la clasificación.
"Los cambios en el puntaje de China fueron cosas como corregir errores de codificación o decisiones en preguntas donde se requería juicio", dijo el jueves.
"En ningún momento sentí que me estaban presionando", dijo, y agregó que la acusación de que Georgieva manipuló los datos "está más allá de la credibilidad".
cs/bgs/ag/dga