¿Sin emisiones de gases de escape y con gran autonomía? Los coches eléctricos modernos están en condiciones de recorrer hasta 700 kilómetros con una sola carga. Sin embargo, estas cifras récord solo se consiguen en los vehículos equipados con baterías gigantescas, lo que redunda en precios más altos. Los híbridos enchufables, que montan un motor de combustión y uno eléctrico, son más económicos. En distancias más cortas se conducen de forma puramente eléctrica, y las distancias largas tampoco representan un problema, salvo el hecho de que en ese caso queman combustible. En los híbridos enchufables, el motor eléctrico es alimentado a través de una batería que se puede cargar desde el enchufe. En función de la situación de conducción y del nivel de carga de la batería, entra en acción el motor de combustión. Este es normalmente de gasolina, en raros casos también diésel. Según la oficina alemana que regula la circulación de automóviles (KBA, por sus siglas en alemán), el año pasado se matricularon en Alemania cuatro veces más turismos con sistemas de propulsión híbridos enchufables: unos 200.000, frente a algo menos de 50.000 en 2019. En consecuencia, la variedad de modelos se ha disparado. Hace unos años, los modelos de híbridos enchufables se podían contar con los dedos de una mano, mientras que ahora la lista de marcas supera las dos docenas e incluye desde Audi hasta Ford y Hyundai, pasando por Mitsubishi y Volkswagen. Según el Automóvil Club Alemán (ADAC), dependiendo del perfil de conducción individual, el consumo de gasolina o diésel puede reducirse con los híbridos enchufables entre un 30 y un 80 por ciento. Sin embargo, esto depende en gran medida del perfil de conducción, que requiere también una recarga regular de corriente. Constantin Hack, del Auto Club Europa (ACE), el segundo automóvil club más importante de Alemania, añade: "Para aquellos que conducen regularmente tanto distancias cortas como largas de más de 200 kilómetros —que sería el caso, por ejemplo, de los que se desplazan entre el domicilio y el lugar de trabajo en otra ciudad—, un híbrido enchufable puede tener sentido". Incluso Tom Hinsken, del departamento de Desarrollo de Mercedes-Benz, afirma: "Si los propietarios de los modelos enchufables no pueden cargar su vehículo en casa o en el trabajo, la tecnología tiene poco sentido". Sin embargo, acota, si existe esta posibilidad de recarga, con una autonomía puramente eléctrica de 100 kilómetros como la que ofrece, por ejemplo, el Mercedes C 300e, se puede recorrer ida y vuelta sin emisiones una distancia al trabajo de 50 kilómetros. Algunos modelos de la bávara BMW también podrán recorrer pronto hasta 100 kilómetros en modo puramente eléctrico. En general, los híbridos enchufables tienen baterías más grandes que los híbridos convencionales, que a menudo solo ofrecen unos pocos kilómetros de autonomía. Por ese motivo se recomienda a los usuarios tener en cuenta su kilometraje diario antes de adquirir un vehículo. Sin embargo, con los enchufables no es necesario cargar en los viajes largos, por ejemplo, en las vacaciones, ya que en estos casos se utiliza el motor de combustión interna. Esto supone, por una parte, una mayor flexibilidad en comparación con el coche eléctrico. Por otra parte, el motor de combustión es el modo de transporte menos ecológico, por lo que, según afirma el portavoz de ACE, las ventajas climáticas de los híbridos enchufables son limitadas. Wieland Bruch, portavoz de prensa de la división de Electromovilidad de BMW, también afirma que a los conductores frecuentes que recorren 30.000 kilómetros o más al año en autopista les convendría un diésel. El ADAC también opina que el diésel sigue siendo la opción más eficiente y con menos emisiones para los viajes frecuentes de larga distancia. Por lo menos, Mercedes-Benz ha prescindido del modo de conducción en el que el motor de combustión carga la batería durante la marcha. "Energéticamente, este modo de carga es ineficiente. Los modelos enchufables deberían recargarse en el enchufe", asevera Tom Hinsken. Con el sistema de carga rápida integrado, la batería de los modelos Mercedes se carga completamente en unos 30 minutos. Sin embargo, muchos modelos enchufables no ofrecen este sistema de carga rápida, por lo que la batería necesita varias horas para recargarse. Según el ADAC, durante las paradas cortas, por ejemplo, mientras se hace la compra, solo las baterías de Mercedes, Polestar, Land Rover y Mitsubishi permiten recargas completas. Las desventajas de muchos vehículos no son solo un maletero más pequeño sino, dependiendo del modelo, hasta 400 kilogramos más de peso que aquellos equipados con un motor de combustión. Además, cuando la batería está vacía, el motor de combustión tiene que arrastrar este peso adicional, lo que consume mucho combustible al acelerar. Por lo tanto, a la hora de adquirir un coche con esta tecnología, es fundamental, además del perfil de conducción, disponer de una infraestructura de recarga propia, ya sea en casa o en el trabajo. dpa