Irak comenzó el domingo la puesta en práctica de un procedimiento para recuperar el gas quemado de dos campos petroleros ubicados en el sur de este país, segundo en el mundo en usar este método muy contaminante.
Este nuevo proyecto, fruto de un contrato firmado en 2017 con la empresa estadounidense Baker Hughes, le permitiría recuperar unos 200 millones de pies cúbicos (aproximadamente 5,6 millones de m3) diarios de gas que sería quemado en los campos petrolíferos de Nasiriya y Gharaf, según comunicado este domingo del ministerio del Petróleo.
Quemar el gas que se escapa durante la extracción del crudo es una práctica considerada como una fuente muy importante de contaminación del aire y emisiones de gases de efecto invernadero.
Las empresas petroleras queman este gas puesto que es mucho más barato que procesarlo para luego comercializarlo.
Un funcionario del ministerio iraquí explicó a la AFP que hay que esperar aún 30 meses y la finalización de las obras de infraestructura antes de implementar efectivamente el proyecto, para poder procesar el gas normalmente quemado.
Este proyecto tiene como objetivo "explotar el gas que se escapa --de todos los campos petroleros-- de Irak, consolidar la producción nacional gasífera y preservar el medioambiente limpio", indicó el ministro Ihsan Ismail, citado en el comunicado de prensa.
De acuerdo al Banco Mundial (BM), Irak es el segundo país del mundo en utilizar esta práctica, detrás de Rusia y por delante de Irán y Estados Unidos.
En 2020, el volumen de gas quemado en Irak alcanzó 17.374 millones de m3 por año, según el BM.
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