Catástrofes naturales obligan a 100.000 personas a abandonar sus hogares en Burundi

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Inundaciones y otras catástrofes naturales han obligado al menos a unas 100.000 personas a abandonar sus hogares en Burundi en los últimos años, indicó la oenegé Save the Children en un informe publicado este lunes.

Este país, un enclave sin salida al mar en el África del este, vive desde 2015 una profunda crisis política, con 1.200 muertos y unos 400.000 exiliados.

Pero, actualmente, "más del 84% de los desplazados internos en Burundi (...) han debido migrar a causa de desastres naturales más que por los conflictos, sobre todo por el aumento (de las aguas) del lago Tanganica, el segundo mayor de África", de acuerdo a la oenegé británica.

En abril, las aguas del lago se elevaron unos 4 m por encima de su nivel normal, desvastando centenares de viviendas, indica esta oenegé que opera en Burundi.

Save the Children, que como su nombre lo indica lucha por proteger a la infancia, destaca que ésta se ha visto particularmente afectada. "Se calcula que 7.200 personas desplazadas, o sea, el 7% del total, son bebés de menos de un año", añade el texto.

Los niños más grandes no pueden asistir a la escuela y muchos solamente reciben una comida diaria, añade la organización.

"El mundo parece haberse olvidado de Burundi, que ya ha estado pagando un alto precio como consecuencia del cambio climático global, y los niños son los más perjudicados", afirmó Maggie Korde, directora de la oenegé para Ruanda y Burundi.

"Vemos familias que antes disfrutaban de hogares sólidos, todos los niños iban a la escuela y ambos padres trabajaban, actualmente están obligados a vivir en tiendas de campaña, sin ocupación, sin comida, y los niños se ven obligados a trabajar por un dólar (0,85 euro) por día para mantener a sus familias", añade.

La oenegé cita en especial el caso de Arielle, una adolescente cuyo hogar quedó destruido por una subida repentina nocturna del lago, y ahora carga y apila ladrillos por alrededor de un euro diario.

"Como casi todos los días, pero algunos debo pasar de todas las comidas", señala esta chica 17 años.

"La situación vinculada a las inundaciones ha empeorado respecto al pasado", afirma Marie, agricultora y madre de tres hijos. "Mi miedo es que los niños se mueran de hambre", se inquieta.

Dos años atrás, las lluvias torrenciales afectaron a casi 2 millones de personas en África del este, provocando al menos 265 muertes, de acuerdo a un balance de la AFP.

Un borrador de un informe de expertos climáticos de la ONU, al que tuvo acceso la AFP, advierte que las inundaciones desplazarán a una de 2,7 millones de personas por año en África de aquí hasta 2050.

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