NAIROBI (AP) — Al menos 150 personas murieron de hambre el mes pasado en la región del Tigray, en el norte de Etiopía, en medio de un bloqueo casi completo de la ayuda por autoridades federales y aliadas, dicen las fuerzas tigrinas, en momentos en que cerca de medio millón de personas enfrentan condiciones de hambruna.
Las muertes ocurrieron en seis poblaciones y en campamentos para centenares de miles de desplazados internos en la ciudad de Shire, de acuerdo con información a la prensa por la Oficina de Asuntos Exteriores de Tigray. Es el mayor cálculo de las muertes por hambre hasta el momento, aunque la Associated Press reportó al menos 125 muertes en un distrito este año.
La ayuda alimentaria se agotó el mes pasado en Tigray, una región de 6 millones de habitantes, mientras la ONU ha descrito intensos registros y demoras de los cargamentos de ayuda humanitaria por las autoridades etíopes que temen que la misma les llegue a las fuerzas tigrinas que han estado combatiendo a las etíopes y sus aliados por 10 meses.
“El agotamiento total de las reservas de comida ha significado que los campamentos de desplazados internos no están recibiendo ayuda y las comunidades anfitrionas, que ahora se están quedando también sin comida, no pueden ayudarlas más”, dice la declaración de Tigray.
Un portavoz del primer ministro etíope Abiy Ahmed no respondió de inmediato a un pedido de comentario. El gobierno ha afirmado que la ayuda está llegando a Tigray y culpa a las fuerzas tigrinas y la inseguridad por cualquier problema.
La Organización Internacional de Migración, que dice que más de 2 millones de personas están desplazadas en Tigray, no respondió de inmediato a una pregunta sobre muertes por hambre, pero el mes pasado la agencia dijo que “la capacidad de albergue parece haber llegado al límite” para la población local que respalda a la mayoría de los desplazados.
La primera caravana con ayuda en más de dos semanas llegó a la capital de la región de Tigray, Mekele, el lunes, pero el Programa Mundial de Alimentos, ha dicho que esas caravanas de unos 100 camiones deben llegar diariamente para satisfacer las necesidades urgentes de más de 5 millones de personas.