La selección de fútbol de Marruecos, que estaba en Conakry para jugar ante Guinea el lunes en la clasificación para el Mundial de Catar-2022, dejó este domingo el país, inmerso en un golpe de Estado militar, declaró a la AFP un portavoz de su federación.
Tras pasar unas horas en "seguridad", los Leones del Atlas "han embarcado y están de viaje hacia Marruecos gracias a los esfuerzos de su majestad el rey (Mohammed VI)", indicó a la AFP un responsable de la Federación Marroquí de Fútbol (FRMF), Mohamed Makrouf.
El partido entre Guinea y Marruecos fue aplazado "por la seguridad de los jugadores y proteger a todas las personas del partido", precisó la Confederación Africana de Fútbol (CAF) en un comunicado, citada por la agencia de prensa marroquí MAP. La reprogramación del encuentro se anunciará "más adelante".
Oficiales de las fuerzas de élite guineanas afirmaron este domingo haber capturado al presidente, Alpha Condé, y "disuelto" las instituciones, pero el ministerio de Defensa dijo haber rechazado su ataque contra la presidencia.
Los golpistas difundieron un vídeo del presidente Condé bajo arresto. Le preguntan si ha sido maltratado y Alpha Condé, vestido con jeans y camisa, sentado en un sofá, se niega a responder.
Por su parte, el ministerio de Defensa señaló en un comunicado que "los insurgentes [habían] sembrado el miedo" en Conakry antes de tomar el control del palacio presidencial pero que "la guardia presidencial, apoyada por fuerzas de defensa y seguridad, leales y republicanas, frenaron la amenaza y repelieron al grupo atacante".
Desde hace meses, este país de África occidental, de los más pobres del mundo pese a sus considerables recursos minerales e hídricos, vive una profunda crisis política y económica, agravada por la pandemia de covid-19.
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