NASHVILLE, TENNESSEE (AP) — Las cuadrillas de emergencia y los voluntarios de la zona rural de Tennessee se apresuraban el lunes a limpiar la mayor cantidad posible de escombros dejados por las mortales inundaciones de la semana pasada, mientras los remanentes del huracán Ida amenazaban con interrumpir las tareas de recuperación con más precipitaciones durante la noche y hasta el martes.
La Agencia de Gestión de Emergencias del condado Humphreys señaló la posibilidad de que se produzcan nuevas inundaciones en Waverly y en otras zonas muy afectadas por las anegaciones del 21 de agosto, pero dijo que “no se espera que sean de la magnitud de las inundaciones de la semana pasada”, parafraseando al Servicio Nacional de Meteorología.
Las autoridades están instando a la ciudadanía a conseguir lonas para que puedan cubrir sus casas dañadas y otros bienes.
También dijeron que están atentos a los pronósticos meteorológicos y que se están preparando en caso de que la situación se vuelva peligrosa.
“El Departamento de Seguridad Pública de Waverly está vigilando el estado del tiempo y acudirá a los distritos afectados para anunciar si será necesario evacuar”, decía el lunes un informe de recuperación de inundaciones de la agencia de emergencias.
Las inundaciones causaron la muerte de 20 personas al llevarse por delante casas, carreteras, torres de telefonía móvil y líneas telefónicas, con un total de lluvias que triplicó las previsiones y batió el récord estatal de precipitaciones en un día.
Más de 270 casas fueron destruidas y 160 sufrieron daños importantes, según la Agencia de Gestión de Emergencias del condado Humphreys.
Gran parte de esa destrucción se produjo en Waverly, una pequeña ciudad situada a unos 95 kilómetros (60 millas) al oeste de Nashville. El pueblo de McEwen, cerca de Waverly, fue golpeado con 43 centímetros (17 pulgadas) de lluvia, según el Servicio Nacional de Meteorología.