Oración del viernes cargada de mensajes políticos en Afganistán

Guardar

La tradicional oración del viernes, la más importante de la semana en el islam, dejó una imagen poderosa cinco días después la entrada de los talibanes en Kabul: un erudito islámico se dirige a los fieles flanqueado por hombres armados.

En la mezquita Abdul Rahman de la capital, el predicador lanzó una apasionada lección de historia sobre cómo los afganos habían conseguido vencer en el campo de batalla al Imperio británico, a la Unión Soviética y a los estadounidenses.

"Una vez más, los afganos demostraron su orgullo colectivo", afirmó. "Por naturaleza, los afganos son una nación de valientes", añadió.

Los sermones de los viernes han sido a menudo coordinados con el gobierno para difundir mensajes políticos nada velados sobre la unidad nacional y otros temas.

Tras la llegada de los talibanes al poder el pasado fin de semana, se esperaban con atención los posibles mensajes que este movimiento islamista iba a vehicular durante el rezo del viernes.

Flanqueados por hombres armados, en la mezquita de la capital, el tema de fondo del sermón del sabio islámico fue un llamado para dar una oportunidad al nuevo régimen: en lugar de huir del país, ayuden a reconstruirlo.

Una máxima que resonó en otras mezquitas de Kabul.

Ante cientos de personas reunidas en la mezquita Hazarat Mostafa, en la periferia oeste de la capital, el imán, que dirige el rezo, no mencionó a los talibanes y se centro en los versos coránicos tradicionales.

Sin embargo, sí que hizo una breve referencia a las trágicas imágenes del aeropuerto de Kabul, con miles de personas desesperadas intentando subir a bordo de un avión para huir.

"Aquellos débiles de fe corren detrás de los aviones estadounidenses o se cuelgan de ellos. Deberían quedarse y reconstruir su país", dijo el imán.

Estados Unidos envió miles de tropas al aeropuerto internacional de Kabul en un esfuerzo de controlar la evacuación de aquellas personas que hubieran trabajado para ellos durante estos últimos 20 años.

Un asistente a la mezquita apuntó que muchos hombres se estaban dejando crecer la barba, algo que según los talibanes todos los hombres hacían hace dos décadas.

"Había algunos talibanes entre los asistentes pero estaban tranquilos y se mostraban pacíficos", añadió esta persona.

Los talibanes insisten en que gobernarán según los principios islámicos, pero queda por ver cómo de estrictos serán en la aplicación de estos dogmas.

Respecto a su primer gobierno, entre 1996 y 2001 de momento intentan dar una imagen más moderna.

En aquel momento, tiendas, colegios, oficinas del gobierno e, incluso, el tráfico, se detenían durante las oraciones del sábado. Y los que llegaban tarde a la mezquita tras la llamada a la oración se arriesgaban a recibir latigazos en la parte posterior de las piernas.

"Veamos qué hacen", dijo Wahid, un tendero que acudió a una mezquita más pequeña en otra zona de la ciudad.

emh-fox/jds/je/grp/eg

Guardar