SAN FRANCISCO (AP) — Un juez federal de San Francisco ordenó el miércoles una nueva evaluación mental a un mexicano absuelto de homicidio por la muerte a balazos de una mujer en un muelle de la ciudad en 2015, asesinato que generó controversia a nivel nacional en torno a la inmigración.
Un caso por separado contra José Inés García Zárate por cargos federales de armas ha estado pendiente desde 2017. El año pasado, el juez federal de distrito Vince Chhabria dijo tener “graves preocupaciones” con respecto a su capacidad mental.
En una orden judicial, Chhabria dijo que la Oficina de Prisiones le informó en junio que “había rehabilitado al demandado para que recuperara la competencia". Pero él cuestionó si García Zárate tenía realmente competencia mental después de que no quiso seguir la recomendación de su abogado de que se declarara inocente durante una audiencia el miércoles.
García Zárate había sido deportado cinco veces, y se le buscaba para un sexto proceso de deportación cuando, el 1 de julio de 2015, baleó de muerte a Kate Steinle, de 32 años, en un muelle de San Francisco atestado de gente. Dijo que no sabía que tenía un arma en las manos porque estaba envuelta en una camiseta cuando se disparó, y que la dejó caer casi de inmediato después de recogerla.
El fallecimiento se volvió un tema destacado de la campaña electoral en todo el país después de que el entonces candidato presidencial Donald Trump comenzó a referirse a él para fundamentar su argumento de que era necesario aplicar políticas más estrictas para detener la inmigración, y también para defender su oposición a las así llamadas ciudades santuario, que limitan su cooperación con las autoridades federales de inmigración.
A fines de 2017, un jurado del Tribunal Superior de San Francisco absolvió a García Zárate de varios cargos, incluyendo el de homicidio. Pero poco después fiscales federales lo acusaron de dos cargos de posesión ilegal de un arma de fuego.
Dos médicos han diagnosticado que García Zárate padece esquizofrenia y carece de la capacidad para ser juzgado porque no puede dar seguimiento a los procesos de la corte. Dijeron que él cree que los aparatos electrónicos le transmiten mensajes a él y a otros reos, y que su abogado está aceptando sobornos de la policía.
Chabbria nombró al doctor Paul Elizondo, un psiquiatra de San Francisco, para que lleve a cabo la nueva evaluación, y le ordenó al Servicio Federal de Alguaciles asegurarse de que recibe todos los registros médicos relevantes, incluyendo los que muestran si García Zárate estaba tomando su medicina cuando fue transferido a una cárcel.