Semen de cerdo, un éxito de exportación "made in Germany"

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Eva Schilling, directiva de la Unión de Inseminación Porcina de Alemania (BuS), acaricia a un verraco en la estación de inseminación de Abstetterhof. Allí se recolecta semen porcino y se lo prepara para la comercialización. Foto: Marijan Murat/dpa
Eva Schilling, directiva de la Unión de Inseminación Porcina de Alemania (BuS), acaricia a un verraco en la estación de inseminación de Abstetterhof. Allí se recolecta semen porcino y se lo prepara para la comercialización. Foto: Marijan Murat/dpa

En YouTube se pueden encontrar fácilmente diversos vídeos de la Unión de Inseminación Porcina de Alemania (BuS) que muestran la técnica de recolección de semen de verracos: en las explotaciones porcinas, los empleados que trabajan en las salas especialmente concebidas a tal efecto recogen el semen de los cerdos machos en bolsas especiales. La cantidad oscila entre 300 mililitros y un litro por eyaculación, explica Raffael Wesoly, de dicha organización. 

Una vez extraído el semen, los espermatozoides y su capacidad fecundante se examinan bajo un microscopio. A continuación, el eyaculado es diluido y dividido en dosis a máquina. El proceso de dilución es necesario para conservar el esperma durante varios días. "Si no se hace nada, los espermatozoides mueren después de 30 a 60 minutos", explica Wesoly. 

La producción y comercialización de semen porcino se realiza a un alto nivel en términos de tecnología e higiene, y cada vez es más internacional.

Desde 2018, la asociación que reúne a las estaciones de inseminación porcina de Alemania suministra semen a clientes de Polonia y la República Checa. Según Wesoly, las cantidades ascienden a unos 14.000 tubos al mes. 

La BuS coopera con una de las grandes empresas del sector, la cooperativa alemana dedicada al fomento de la explotación porcina, GFS, con sede en la ciudad de Ascheberg, en el noroeste alemán. En esta, las cifras son aún más impresionantes: alrededor del diez por ciento del semen de la GFS es vendido al extranjero, explica Henrike Renner. La empleada de la GFS precisa que se trata de unas 400.000 dosis de esperma: "Con esa cantidad se pueden inseminar unas 200.000 cerdas".

Según Renner, el semen de verraco se exporta a países de Europa y Asia. "La mayor parte va a parar a países vecinos como Holanda, Bélgica o Dinamarca". La empresa tiene sus propias personas de contacto, tanto en estos países como en el sur y el este de Europa, y cuenta con varias estaciones de verracos, entre otras, tres en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia con establos que albergan entre 300 y más de 500 animales. 

Hay varias razones por las que el semen de puercos alemanes se está convirtiendo en un éxito de exportación. La genética alemana es demandada en todo el mundo por su alta calidad, afirma el director general del Programa Federal de Reproducción Híbrida (BHZP), Stephan Welp. 

El experto explica que, mientras que en países de América del Norte o Asia se concede más importancia a factores biológicos y económicos, así como a una alta eficiencia alimentaria para ahorrar recursos, en Alemania se da prioridad a características como el comportamiento social de los animales, menos pérdidas o una mejora de los criterios de calidad, por ejemplo, más grasa en la carne.

Welp añade que la demanda de Europa del Este es especialmente alta debido a la peste porcina, que ha hecho estragos en la región y ha reducido la población de cerdos domésticos. 

Además, está disminuyendo la demanda interna en Alemania. Según Welp, esta reducción oscila entre el cinco y el diez por ciento, también porque la ganadería es un tema controvertido en Alemania. El experto argumenta que los consumidores están cambiando sus hábitos de consumo, y que, debido a las estrictas normativas, los ganaderos tienen que invertir grandes sumas en la reconversión de los establos. 

El ejecutivo de BHZP indica que el negocio ha dejado de ser rentable para algunos: "La aplicación de la nueva ordenanza sobre bienestar animal y ganadería obligará a muchas explotaciones a abandonar sus actividades". 

El número de explotaciones porcinas lleva años disminuyendo, al igual que el número de animales, tanto a nivel nacional como regional. Según datos oficiales, el año pasado había en la región de Renania del Norte-Westfalia unas 6.430 explotaciones porcinas; el año anterior el número ascendía a 6.760. La cantidad de animales se redujo de 6,9 a 6,8 millones, y el de cerdos reproductores de 397.700 a 371.900.

Quien desee aprender a inseminar cerdos u ofrecer formaciones a su personal, puede reservar cursos de varios días en la Cámara de Agricultura de Renania del Norte-Westfalia. Entre los instructores también hay expertos del GFS. 

Todos los proveedores destacan también las elevadas normas de bioseguridad y la calidad genética de los verracos. Siempre se está investigando para introducir mejoras, añade Wesoly: "En lo que respecta al semen, el lema 'made in Germany' sigue siendo un argumento publicitario". 

Así y todo, Welp destaca asimismo que, en otros países, entre ellos Brasil, también se aplican normas estrictas: "No deberíamos confiarnos demasiado".

Las organizaciones de inseminación agrupadas en la Asociación Alemana de Ganadería y Porcicultura han invertido unos 2,5 millones de euros en investigación reproductiva. La asociación estima que el número de verracos en las estaciones alemanas de inseminación de cerdos es de unos 5.000. Hoy en día, casi todos los lechones proceden de la inseminación artificial.

Para evitar la endogamia, hay que reemplazar los verracos cada dos o tres años, acota Wesoly. "Cuanto más viejo, mejor es el semen", asevera, y añade que, dependiendo de la raza, el semen también difiere y que puede ser, por ejemplo, comparativamente poco en términos de cantidad, pero muy denso debido a una alta concentración de espermatozoides. Finalmente, el experto puntualiza que de una eyaculación se puede obtener una media de 40 dosis.

dpa

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