Buenos Aires, 5 ago (EFE).- La actividad industrial de Argentina registró en junio pasado un crecimiento interanual del 19,1 % y un avance del 10,5 %, en comparación a mayo último, informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
La nueva mejora interanual de la industria en junio cierra un segundo trimestre -abril (55,9 %) y mayo (30,2 %)- con marcado rebote respecto al mismo periodo de 2020, cuando se registró una caída histórica en la industria debido a las fuertes restricciones sanitarias ante la irrupción de la pandemia de la covid-19.
En tanto, confirma una recuperación que se venía registrando desde noviembre pasado.
En el sexto mes de 2021 esa recuperación continúa siendo heterogénea, ya que se observaron mejoras interanuales significativas en 14 de las 16 ramas industriales incluidas en el indicador.
Las ramas industriales que registraron mayor recuperación fueron las de vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes (103,6 %), prendas de vestir, cuero y calzado (68,2 %) y las industrias metálicas básicas (61,6 %).
Por otra parte, en junio se dejó atrás la contracción del 5,6 % registrada en mayo y del 0,7 % observada en abril, ambos respecto del mes anterior, ya que se liberaron las restricciones que operaron en esos meses para hacer frente a la segunda ola de covid-19.
Para los primeros seis meses del año, los datos oficiales indicaron que la producción industrial argentina acumuló una subida del 22,4 %.
En medio de una severa recesión económica en Argentina -agravada por la pandemia de la covid-19- la actividad industrial local cayó un 7,5 % en 2020.
Para 2021, en general, los consultores privados esperan una recuperación de la industria, aunque con una pérdida de dinamismo.
De acuerdo a un informe de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), la industria retomaría un sendero de “moderada recuperación” hacia el tercer trimestre, en un escenario de estímulo previo a las elecciones legislativas de noviembre, que incluye precios contenidos y aumentos de ingresos, atraso cambiario y brecha cambiaria creciente.
FIEL entiende que el avance de la producción de bienes de capital y durables sostendría su dinámica a partir de una demanda que apunta a la reserva de valor.
En tanto, el aumento de la oferta de bienes continuará enfrentando obstáculos, tales como acceso a divisas, restricciones de insumos y el lento aumento de la movilidad e inmunización.